Santoral del domingo, 4 de diciembre de 2016

San Juan Damasceno, presbítero y doctor de la Iglesia

Hoy, II Domingo de Adviento, hacemos memoria de San Juan Damasceno. Oriundo de Damasco, es hijo de un recaudador en la zona donde el dominio musulmán era evidente. Esato le favoreció en su vida cristiana al luchar contra las herejías dentro del cristianismo.

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Religión
Siempre resplandeció por su sencillez dentro de la corte, con una vida muy humilde, lo que le llevó a ser considerado santo desde el principio de su vida. Cuando deja el palacio, opta por seguir a Cristo desde el sacerdocio con una vida mística cointemplativa. En este periodo recopila los escritos de los Padres de la Iglesia antecesores suyos, que recogen el pensamiento de Aristóteles, que habla del Motor Inmóvil en alusión a la divinidad, y cuya idea será cristianizada por Santo Tomás de Aquino siglos después. Muchas son, por entonces, la herejías y desviaciones doctrinales que tiene que condenar la Iglesia. En este caso, Juan Damasceno, debe hacer frente, con su sabiduría, contra la herejía iconoclasta que prohibía el culto a las imágenes. Por ello el Santo de Damasco recuerda que sólo se debe dar culto al Señor en espíritu y verdad, pero señala que la Iglesia acepta el culto relativo a las imágenes ya que ellas te acercan a esa adoración al Dios presente en la Eucaristía. Muere entregado a Dios en la más estricta penitnecia y vida de anacoreta. Iconografía: Se le representa ne gersto orante y con un pergamino que contiene un fragmento de sus escritos. Otros Santos: Bárbara, Jerónimo y Simón.
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