El Papa pide reconocimiento de culturas indígenas y el fin de la violencia

Agencias

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El Papa Francisco viajó este miércoles a Temuco, en la región de la Araucanía, para una jornada en la que el pueblo mapuche y sus reivindicaciones fueron protagonistas, pero a quienes el pontífice instó, durante la misa que celebró, a poner fin a la violencia.

El Papa quiso celebrar la misa en esta región, cuna de este pueblo originario, pero también la más pobre y conflictiva del país, y durante la homilía destacó que "la defensa de la cultura del reconocimiento mutuo no puede construirse en base a la violencia y destrucción que termina cobrándose vidas humanas".

"No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro", fue el mensaje que lanzó.

La ceremonia había comenzado con una rogativa de una representación de los mapuches vestidos con sus trajes tradicionales y Francisco también en su homilía empezó hablando en mapudungún, la lengua de este pueblo originario: "Mari, Mari" (Buenos días) y "Küme tünngün ta niemün" (La paz esté con ustedes).

Ante decenas de miles de personas, agradeció haber podido visitar la Araucanía, alabó su belleza pero también subrayó que esta "llena de pena y dolor"

Para ello utilizó un verso de la canción de Violeta Parra 'Arauco tiene una pena': "Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar".

Y al respecto también recordó que en este aeródromo de Maquehue "tuvieron lugar graves violaciones de derechos humanos", en referencia a que en este lugar hubo un centro de detención y tortura durante los años de la dictadura de Augusto Pinochet.

"Esta celebración la ofrecemos por todos los que sufrieron y murieron, y por los que cada día llevan sobre sus espaldas el peso de tantas injusticias", señaló.

Se esperaba la presencia de cerca de 400.000 fieles en esta ceremonia, pero según las autoridades acudieron a la misa unos 150.000.

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