El Camino Neocatecumenal celebra sus 40 años en Berlín
Tiempo de lectura: 2’
El Camino Neocatecumenal celebra este fin de semana sus 40 años de vida en Berlín con una eucaristía de acción de gracias en la catedral católica de Santa Eduvigis, la presentación del libro “Anotaciones” del iniciador del Camino y responsable internacional, Kiko Argüello, y la Celebración Sinfónico-Catequética “El Sufrimiento de los Inocentes”, compuesta por el mismo autor, en la prestigiosa Filarmónica de Berlín.
La Eucaristía celebrada ayer estuvo presidida por el Arzobispo de Berlín, Monseñor Heiner Koch, y concelebrada por el Cardenal Paul Josef Cordes, y el Arzobispo emérito de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela. Koch expresó su agradecimiento al Camino Neocatecumenal por su tarea de nueva evangelización en Berlín y el cardenal Rouco estuvo rodeado por cientos de fieles deseosos de celebrar el aniversario de la llegada de las tres primeras familias en misión.
Después de que el entonces profesor Joseph Ratzinger (Benedicto XVI) conociese el Camino Neocatecumenal a través del equipo itinerante responsable, Toni y Bruna Spandri, en 1975, y poco antes de ser nombrado Arzobispo de Múnich, mostró de nuevo su apoyo expresando su “fuerte deseo” de “que esta experiencia se pueda iniciar en Alemania”. Desde entonces, el Camino se extendió por las distintas diócesis del país.
Actualmente hay 91 comunidades con alrededor de 2.300 miembros repartidos en 34 parroquias, 16 diócesis. El Redemptoris Mater de Berlín ha ordenado 36 presbíteros, el de Colonia 22 y 30 familias en misión procedentes de Italia, Polonia y España viven permanentemente en el país. Pero estas cifras se amasan con más facilidad en la Alemania sureña católica, mientras que en Berlín, capital del nazismo y después de la Alemania comunista, la nueva evangelización agita un panorama más áspero. De los 3,5 millones de habitantes, el 8,7% se declara católico en el censo, frente a un 30,2% evangélico, y aproximadamente la mitad de los censados no son alemanes sino que pertenecen a las misiones de lengua extranjera, entre las que sobresalen por peso la polaca y la española.
