El hecho de que se anuncie ya la celebración de la vistilla del artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal supone un posible cambio en la situación de los seis citados, Carmen Forcadell, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Dolors Bassa y Marta Rovira. Todos en libertad bajo fianza de 100.000 euros. Y se plantea la posibilidad de que esa medida cautelar cambie y puedan ingresar en prisión.

Para la inhabilitación es necesario que el auto de procesamiento sea firme, lo tiene que confirmar la Sala Penal del Supremo. Y el juez Llarena lo notificará este viernes, Viernes de Dolores. Es necesaria la prisión preventiva. En este momento cuatro de los investigados lo están, aunque en breve podrían ser más. Pero hay que esperar al viernes y que se celebre la vistilla del artículo 505 para la modificación de las medidas cautelares. Es necesario un auto de prisión. Y en el auto de procesamiento, minucioso y al detalle, Pablo Llarena desvelará la participación concreta de cada uno.

La decisión de la Fiscalía del Supremo de mostrarse a favor de la salida de la cárcel de Joaquim Forn, bajo fianza de 100.000 euros, por orden del Fiscal General del Estado, causó cierto malestar en la propia Fiscalía, según cuentan a COPE fuentes conocedoras del caso, y sorpresa en otros sectores. Julián Sánchez Melgar dio la orden al Fiscal Fidel Cadena con muy poco tiempo de antelación, y en la vista se refirió a esa orden. Motivos humanitarios a causa de una enfermedad, dejó el acta de diputado y ya no hay riesgo de reiteración delictiva.

La semana pasada, en el escrito presentado en el Supremo, la Fiscalía se mostraba contraria a la salida de Forn de la cárcel, y unos días después el Fiscal General da la orden contraria. Fuentes consultadas por COPE se preguntan por qué ese cambio de criterio en este momento cuando la investigación está llegando a su fin. Estas fuentes señalan que en los últimos días ha habido cierto “peregrinaje” desde Cataluña hasta Madrid, tocando a muchas puertas, para pedir especial atención para Joaquim Forn y Jordi Cuixart. En un caso por su enfermedad y en el otro por su hija, un bebé. También se refieren a un mejor diálogo, necesario, entre la Fiscalía y los jueces del Supremo.