El Gobierno español colaborará con el nuevo titular de la conselleria de Acción Exterior catalana, Ernest Maragall, si este acata sus límites constitucionales y no vuelve "a las andadas" al reabrir las llamadas embajadas exteriores, según ha dicho este lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis. "Mientras se mantenga en sus actos en el respeto a la legalidad, nosotros trataremos de colaborar como lo hemos hecho en el pasado", ha asegurado Dastis en un encuentro con medios españoles en Buenos Aires, donde ha acudido a la reunión de ministros de Exteriores del G20.

Dastis ha destacadoque Maragall, dirigente histórico del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y ex eurodiputado de Esquerra Republicana (ERC), es un político que "ha estado en el Parlamento Europeo sin mayores problemas jurídicos". Sin embargo, el máximo responsable de la diplomacia española recalcado que si la conselleria, antes denominada "Asuntos Exteriores" y renombrada a Acción Exterior, vuelve a incumplir la ley española, habrá medidas. "Si vuelven a las andadas, por así decir, creando delegaciones (exteriores) que no respetan esos límites competenciales, pues naturalmente el Gobierno central tendrá que actuar", ha subrayado.

En el pasado, Cataluña abrió delegaciones en el extranjero, conocidas como embajadas catalanas, que cerraron definitivamente a comienzos de año después de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, por el cual el Gobierno central intervino la autonomía catalana. "Nosotros lo que siempre hemos dicho es que haya un Gobierno viable que vuelva a ocuparse de los intereses de Cataluña", ha insistido el ministro este lunes, días después de que el independentista Quim Torra (Junts per Catalunya) fuera nombrado presidente de la Generalitat.

Sin embargo, el Gobierno central bloqueará la formación del ejecutivo en Cataluña al no publicar el decreto de nombramiento de los consejeros de Torra, con lo que mantiene la aplicación del artículo 155. El ejecutivo del presidente Mariano Rajoy tomó la decisión después de que Torra nombrara como miembros de su Gobierno a dos exconsellers en prisión preventiva -Jordi Turull y Josep Rull- y a otros dos huidos de la Justicia -Toni Comín y Lluís Puig-.