Dicen que se trata de la aplicación de mensajería más segura que existe, pero ni todas las barreras posibles han evitado la filtración de los mensajes que Puigdemont intercambia con sus exconsejeros y hombres de confianza. Un cámara de "El programa de Ana Rosa" de Telecinco grabó anoche la pantalla del teléfono móvil de Comín, diputado de ERC fugado, donde se veían los mensajes que el expresident le escribió en Signal.  

En esos comentarios, el candidato de JxCat admite que se vuelven a vivir "los últimos días de la Cataluña republicana" y que dedicará lo que le queda de vida en proteger su "reputación" después de haber recibido "calumnias" y "mentiras". "No sé lo que me queda de vida (¡espero que mucha!), pero la dedicaré a poner en orden estos dos años y a proteger mi reputación. Me han hecho mucho daño con calumnias, rumores, mentiras que he aguantado por un objetivo común. Esto ahora ha caducado y me tocará dedicar mi vida a la defensa propia", escribe.

Según esos mensajes, Puigdemont confiesa a Comín que tiene claro que "esto ha terminado" y que los suyos los han "sacrificado", al menos a él, y recuerda las palabras del portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, avanzando que quizá habría que "sacrificar" al candidato de JxCat. "Supongo que tienes claro que esto se ha terminado. Los nuestros nos han sacrificado, al menos a mí. Vosotros seréis consellers (espero y deseo) pero yo ya estoy sacrificado", insiste.

¿Pero qué es exactamente Signal? Apadrinada por el propio Edward Snowden, esta «app» se ha posicionado como la alternativa más segura para evitar ser espiados gracias a la incorporación de sistemas de encriptación. Trabaja en torno a un sistema de cifrado llamado  TextSecure, el cual crea una especie de «llave individual y privada» directamente asociada al terminal en cuestión. Con cada chat que se abre, el remitente envía una contraseña temporal que es descifrada en el momento por el destinatario y la conversación viaja cifrada por la red. Loa textos ni siquiera se almacenan en los propios servidores de la aplicación. Nadie, técnicamente, puede leer los mensajes. Ni siquiera las llamadas, puesto que también son encriptadas como medida de seguridad. Otro de sus aspectos más interesantes de la aplicación es que evita la captura de pantalla por defecto, como una medida más de privacidad. Está disponible tanto para el sistema operativo iOS como Android y no es gratuita. 

Pero ni Snowden ni todas las medidas de seguridad posibles han impedido que Puigdemont haya sido finalmente cazado. Y ha sido de la manera más sencilla: siendo (muy a pesar de Comín) indiscreto.