Sisi no ha dudado en pedir perdón a los aficionados, aclarando que ellos mismos se sintieron avergonzados del partido que hicieron en Anduva. Dice que no es un problema de actitud porque el grupo no tiene nadie que se quiera escaquear, pero que no son capaces de dar con la tecla que mejore el rendimiento del equipo, que ya está en puestos de descenso a Segunda B. El jugador de Osasuna ha explicado que ellos mismos tienen dudas sobre si serán capaces de darle la vuelta a la situación que vive el equipo rojillo ahora mismo. Cree que no hay equipo para hacer el fútbol directo que piden algunos partidos y que son conscientes de la situación del club. Sabe que el entrenador es quien puede pagar el peaje del mal juego, pero que la culpa es de los jugadores.