El origen de la investigación comenzó tras una denuncia presentada en dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, en la que el responsable de un comercio de Pamplona alertaba a la Policía de que dos personas de nacionalidad africana habían intentado pagar material informático con varias tarjetas de crédito sin que ninguna hubiese podido efectuar el pago e incluso que una de ellas presentaba signos de haber sido manipulada. Esta operación fue repetida en otros comercios de Palma de Mallorca, Gerona para lo que utilizaron tres tarjetas diferentes, cuyo origen está en unbanco de los Estados Unidos, algunas de las cuales fueron aceptadas. La técnica utilizada ha sido el  “skimming”, que consiste en copiar o “clonar” los datos de las bandas magnéticas de las tarjetas genuinas, pertenecientes a entidades emisoras extranjeras, y una vez que se consiguen dichos datos, otras personas de la trama delictiva utilizan estos datos en otras tarjetas con las que efectúan los pagos.