Los hechos tuvieron lugar sobre las tres de la madrugada del 8 de julio en Pamplona, después de la semifinal del Mundial de Sudáfrica, en 2010. Según el fiscal, el acusado cruzó en la plaza del Castillo de Pamplona con la víctima, que llevaba puesta la camiseta de la selección española de fútbol, y "dirigiéndose a él sin mediar palabra le agredió dándole un puñetazo en la cara". La discusión se elevó cuando el agredido respondío "¿y esto a qué viene?", a lo que el acusado replicó "españoles de mierda, iros de aquí". Instantes después el acusado se dirigió de nuevo al joven, "abrió la hoja de una navaja y se la clavó en el costado izquierdo". El fiscal pide cuatro años de cárcel, y una indemnización para la víctima de 2.020 euros por las lesiones causadas, 3.000 euros por secuelas, y 16,90 por la camiseta rota.