Afortunadamente Pedro García-Aguado salió y se rehabilitó y ahora su experiencia sirve de ejemplo a muchos jóvenes que no son conscientes del peligro de las drogas y otras adicciones. Pedro dice que ‘las cosas no son siempre como uno quiere y a veces los cambios bruscos son los que marcan las situaciones y la vida de una persona’.

Eso le pasó con 12 años cuando tras el divorcio de sus padres, tuvo que cambiar de colegio, luego el nuevo matrimonio de su padre y un nuevo cambio de Madrid a Barcelona para comenzar su vida deportiva.

‘El éxito del waterpolo no fue lo que me llevó al mundo de las adicciones, yo ya bebía alcohol son 14 años’ dice Pedro García-Aguado. Se enteró de que era un politoxocómano tras acudir a un psiquiatra que lo primero que le aconsejó fue su ingreso en una clínica y gracias a eso ahora, 14 años después de salir del pozo, es un hombre nuevo y dedica su tiempo a los demás. Esta es una historia que en la vida son, lo que de verdad importa.