La ciudad de Cleveland se vistió de gala para homenajear a los nuevos campeones de la NBA, los Cavaliers, cuyo desfile por las calles del centro fue encabezado por su estrella, LeBron James, ante el júbilo de cerca de 1,3 millones de personas que conmemoraban el primer título de un equipo local desde 1964 en un desfile de kilómetros y que duró casi cuatro horas. Los Cavaliers terminaron con la sequía de títulos de 52 años que vivía Cleveland el domingo tras vencer a los Golden State Warriors en el séptimo partido de la final de la NBA por 89-93, conn LeBron James como figura y Jugador Mas Valioso (MVP). Tras el partido LeBron James confirmó que no tiene ninguna intención de abandonar de nuevo los Cavaliers, aunque este verano sea agente libre. "Me encanta estar aquí en Cleveland. No tengo intención de dejarla", dijo James a los periodistas. "Hay algunos aspectos técnicos para cuidar de que voy a dejar a mi agente. Así todo está a pedir de boca", añadió. La estrella de los Cavs también destacó la labor del base Kyrie Irving y la contribución defensiva del ala-pívot Kevin Love frente a la estrella de los Warriors, Stephen Curry, en los últimos momentos del encuentro. "No cambiaría esto por nada del mundo", expresó Irving, que junto a James fue decisivo en el triunfo del quinto y séptimo partidos. Este era el desfile que Cleveland llevaba esperando desde 1964, cuando los Browns se coronaron reyes de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL). Al finalizar el paseo LeBron James de manera simbólica, recibió el trofeo de la NBA de manos de Jim Brown, la leyenda de los Browns de 1964. El momento fue el más emotivo de la jornada, ver como el viejo emblema del deporte profesional de la ciudad entregaba el testigo a la nueva leyenda y embajador. Se dice que ninguna ciudad en Estados Unidos ha sufrido tanto con sus equipos deportivos: Cavaliers (NBA), Browns (NFL), Indios (MLB) y hasta los Barons, el extinto equipo de la NHL en la década de los 70, totalizaban 146 temporadas sin alcanzar una corona.