El base Chris Paul fue presentado de manera oficial como nuevo jugador de los Rockets de Houston y en su primera conferencia de prensa ante los medios de comunicación locales e internacionales admitió que había recuperado la emoción por jugar al baloncesto.

"No había estado así de emocionado con el baloncesto en mucho tiempo", destacó Paul, que en todo momento se mostró contento y pleno de humor cuando tuvo que responder a las preguntas, la mayoría relacionadas con lo que significaba jugar al lado de James Harden.

Paul reconoció que la presencia de Harden en los Rockets fue un factor importante a la hora de tomar una decisión y llegar a Houston. "Hablé con Harden del objetivo final que tenemos los dos y que es conseguir un título", señaló Paul. "Pero en Houston no sólo está Harden sino también otros grandes jugadores como Trevor Ariza, que es un gran amigo, Eric Gordon y Clint Capela".

Paul, nueve veces All-Star, señaló que ninguno de los dos habían tenido la oportunidad de conseguir el título de campeones de la NBA y el lograrlo sería una experiencia única.

"Hablamos sobre lo bien que se sentiría. Probablemente es lo que más me entusiasma, es estar en este viaje con alguien que lo quiere tanto como yo", destacó Paul. "No se trata de que venga aquí solo para ayudarlo, él va a ayudarme. Nos vamos a ayudar, vamos a ayudar a este equipo a llegar a donde queremos estar".

A pesar de haber brillado individualmente desde que llegó a la NBA, Paul todavía no ha avanzado más allá de la segunda ronda de los playoffs. Su deseo competitivo jugó un papel importante en su decisión de dejar Los Angeles Clippers después de seis temporadas.

El pasado 28 de junio, Chris Paul fue enviado a los Rockets en un mega traspaso después de dejarle claro a los Clippers que no ejercería la opción de la última temporada de su contrato y firmaría con Houston en la agencia libre si Los Ángeles no cerraba un cambio. El movimiento permitió juntar a dos de los principales directores ofensivos de la NBA.

También significa que Paul y Harden, el finalista al premio de Jugador Más Valioso (MVP) después de promediar 29,1 puntos y 11,2 asistencias en su primera temporada como base a las órdenes del entrenador Mike D'Antoni, tendrán que decidir cómo comparten responsabilidades y moverse por el campo sin el balón.

"Definitivamente va a ser un ajuste, pero estoy entusiasmado", admitió Paul, de 32 años, que promedió 18,1 puntos y 9,2 asistencias la temporada pasada. "Estoy realmente entusiasmado con eso. Es el problema del entrenador aquí, determinar eso".

Paul reiteró que la palabra sacrificio será la que reine en el vestuario de los Rockets de cara a la próxima temporada porque todos deben trabajar en favor de un solo objetivo que es lograr el título de liga.

Harden señaló que no esperaba tener que hacer cambios importantes en su juego para competir al lado de Paul. "Se agregó otro talentoso futuro Salón de la Fama, y cuando tienes gran talento y gran coeficiente intelectual a tu alrededor, es más fácil para ti y tus compañeros", valoró Harden. "Obviamente todos sabemos lo inteligente que es. Él ve las cosas antes de que sucedan, y cuando tienes un tipo como ese en tu equipo te hace ser mejor".

Por su parte, D'Antoni dijo que ese asunto no le quitaba el sueño sino todo lo contrario, le emocionaba tener a dos jugadores del calibre de Paul y Harden de compañeros y bajo su dirección.

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"Tenemos uno de los mejores dúos de armadores de la liga el año pasado, si no el mejor", destacó D'Antoni, quien ganó el premio al Entrenador del Año después de que los Rockets ganaran 55 partidos y se clasificaron en el segundo lugar en la liga en eficiencia ofensiva (111,8 puntos por cada 100 posesiones) la temporada pasada.