Kevin Durant tuvo que esperar cinco años para volver a una Final de la NBA y lo hizo por la puerta grande como líder encestador de los Warriors de Golden State a los que guió al triunfo por 113-91 frente a los Cavaliers de Cleveland en el primer partido de la serie que se disputa al mejor de siete.

Durant aportó 38 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias al frente del ataque de los Warriors, que tuvieron siempre el control del juego y del marcador y superaron en todo momento a la pobre defensa de los Cavaliers.

La estrella de los Warriors se une a Rick Barry, Michael Jordan y Shaquille O'Neal como los cuatro jugadores en la historia de la NBA que han conseguido promedios de 25 o más puntos en los seis primeros partidos de la Final que disputaron.

El triunfo de esta noche permite a los Warriors seguir invictos en los playoffs con una marca de 13-0, algo que nadie hasta ahora había conseguido y conseguir el primer punto en la Final. El segundo partido se jugará el domingo en el mismo escenario del Oracle Arena de Oakland, la pista de los Warriors, que tienen ventaja de campo.

Durant, que tomó la decisión de cambiar los Thunder por los Warriors cuando el pasado verano se convirtió en agente libre, confirmó que desea más que nadie conseguir su primer título de campeón de la NBA. "Como equipo fuimos poco a poco a más y ahí estuvo la clave de la victoria, en la gran labor que todos hicimos en el campo", declaró Durant al concluir el partido. "La manera como trabajaron Klay Thompson y Draymond Green en defensa fue decisiva".

Junto a Durant, que ganó el duelo individual a la estrella de los Cavaliers, LeBron James (28 puntos, 15 rebotes y 8 asistencias), Stephen Curry llegó a los 28 tantos, 10 asistencias y seis rebotes, como segundo máximo encestador de los Warriors.

Ambos fueron los dos únicos jugadores de los Warriors que tuvieron números de dos dígitos, mientras que Draymond Green logró nueve tantos, 11 rebotes, dos asistencias, recuperó dos balones, perdió dos y puso un tapón.

A diferencia de lo que sucedió en las Final del año pasado cuando los Warriors con ventaja de 3-1 perdieron al final el título, la desaparición ofensiva de Klay Thompson, que firmó un 3-16, no afectó para nada al ataque de los Warriors gracias a la brillante actuación de Durant.

Como equipo los Warriors tuvieron un 43 (45-106) por ciento de acierto en los tiros de campo y el 36 (12-33) de triples, comparados con al 35 (30-86) y 36 (11-31), respectivamente, de los Cavaliers, que ganaron el duelo bajo los aros al capturar 59 rebotes por 50 de Golden State.

Pero la clave del partido estuvo en la defensa de los Warriors que perdieron sólo cuatro balones por 20 de los Cavaliers, incluidos ocho por LeBron James. "Es algo que tengo que corregir", declaró James al concluir el partido. "No podemos ganar a un rival como los Warriors con 20 perdidas de balón".

Kyrie Irving acabó como segundo máximo encestador de los Cavaliers al aportar 24 puntos, mientras que Kevin Love tuvo protagonismo en el juego interior con 15 tantos, 21 rebotes y tres tapones.