El ex primer ministro francés Manuel Valls ha asegurado hoy que existe una crisis en la socialdemocracia europea, que, a su juicio, tiene un espacio intelectual pero es difícil que lo tenga en el plano electoral.

En el EFEForo Líderes que organiza la Agencia EFE, patrocinado por Globalia, Valls ha dicho que en la actualidad el presidente Emmanuel Macron aglutina en Francia el centro y, a derecha e izquierda, hay una fuerte presencia de los populismos que deja un espacio mínimo a los partidos tradicionales, el socialista y los republicanos.

Valls, que hace unos meses abandonó el Partido Socialista, mostró su respaldo a Macron, del que ha dicho que ha supuesto un "pequeño milagro" al hacer frente a los antisistema con una apuesta por el reformismo.

El hoy diputado ha explicado que en el actual gobierno francés hay personas de derechas y de izquierdas porque las diferencias ideológicas entre la derecha y la izquierda están cambiando.

"Si el gran tema es la democracia y la lucha contra los populismos, nuestra responsabilidad es gobernar desde el centro", ha añadido el político francés, quien ha reclamado no obstante a Macron que sea más claro en la defensa de laicismo.

La "violencia" de la crisis económica de años pasados, el auge del racismo y el antisemitismo o la globalización económica son factores que han influido en la caída de los socialistas, con el añadido de que muchos diputados de ese partido cuestionaron las políticas que aplicaron François Hollande y él mismo desde 2012.

"Perdimos tiempo en problemas internos y eso los franceses lo castigaron", según Valls, para quien "no se ha sabido contestar a la crisis de identidad de Europa".

También ha hablado del desafío que supone para Francia y para toda Europa el crecimiento del radicalismo islámico.

En su país hay actualmente 1.500 presos comunes que se están radicalizando y más de 500 terroristas fichados, mientras miles de jóvenes del país pueden ser radicalizados, ha alertado el ex primer ministro galo.

Cuando se habla de Europa y de su futuro, es necesario también abordar estas cuestiones, ha dicho Valls al referirse a los problemas que imponen colectivos como el radical islámico que cree que la sharia (ley islámica) está por encima del estado de derecho.