El primer año de Trump en la Casa Blanca ha venido marcado por varias destituciones y dimisiones entre las personas de más confianza del presidente. Vamos a repasar algunas de esas salidas sonadas:

Michael Flynn

El teniente general de los Estados Unidos, Michael Flynn fue elegido por Trump como su asesor de Seguridad Nacional. Conocido por sus estrechas relaciones con Rusia y por su difusión de fake news contra la candidata Hillary Clinton durante la campaña electoral, su nombramiento fue polémico desde el primer momento.

El 29 de diciembre de 2016, unas semanas antes de que Trump asumiera el cargo, Flynn mantuvo una conversación con el embajador ruso Sergei Kislyak. Un mes después, el FBI le interrogó en relación a sus contactos con las autoridades rusas. El 13 de febrero de 2017, Flynn dimitió por su cargo, acosado por las informaciones acerca de sus comunicaciones con Kislyak. Flynn solo permaneció 24 días en el cargo, el periodo más corto en la historia norteamericana.

El 1 de diciembre de 2017, Flynn se declaró culpable de haber mentido de manera consciente y voluntaria al FBI sobre sus conversaciones con el embajador de Rusia.

James Comey

El Director del FBI desde 2013, James Comey estaba al frente de la investigación por las presunta intervención del gobierno ruso en las elecciones de 2016. Una investigación que salpica, entre otros, al dimitido Michael Flynn, al hijo de Trump, Donald Trump Jr. y a su yerno Jared Kushner.

El 11 de mayo estaba previsto que Comey testificara ante el Comité de Inteligencia del Senado para dar cuenta del avance de la investigación, pero Trump decidió destituirlo de su puesto el día 9. Era solo la segunda vez en la que el presidente destituía a un director del FBI en la historia de los Estados Unidos.

Steve Bannon

El que fue el principal propagandista de Donald Trump en la campaña electoral a través de su portal Breitbart fue designado como Jefe de Estrategia por el recién elegido presidente, un cargo creado específicamente para él y que lo equiparaba en funciones con el Jefe de Gabinete. Polémico por sus posiciones cercanas a la extrema derecha y considerado por muchos un supremacista blanco, los incidentes protagonizados por neonazis en Charlottesville que acabaron con el asesinato de una persona, acabaron desembocando en su destitución el 18 de agosto. 

Este mes de enero, Bannon ha vuelto a los focos tras la publicación del libro de Michael Wolff 'Fire and Fury' , en el que el autor pone en boca de Bannon numerosas expresiones despectivas contra Trump y su círculo más cercano, especialmente contra su hija Ivanka. Una publicación que ha provocado un alejamiento entre el presidente y el que fuera uno de sus colaboradores más próximos.

Los directores de comunicaciones Sean Spicer y Anthony Scaramucci

El primer responsable de medios de la Administración Trump, Sean Spicer, conocido por afirmar en que la toma de posesión de Trump fue "la más seguida de la historia" y por asegurar que "ni los nazis usaron armas químicas" en referencia al presidente sirio Bachar Al-Assad, dimitió el 21 de julio por discrepancias con el nombramiento de Anthony Scaramucci.

El propio Scaramucci no duró ni dos semanas en el cargo, por su difícil relación con John Kelly, que acababa de ser nombrado jefe de gabinete de Trump. Su mayor aportación fue asegurar que despediría a la mitad de los hombres fuertes de Trump. Y al final el despedido fue él. 

Tom Price

El Congresista por Georgia, Tom Price fue designado Secretario de Sanidad por Donald Trump a finales de noviembre y fue confirmado en su puesto por ambas cámaras el 10 de febrero de 2017. Su mandato estuvo marcado por las dificultades para sacar adelante una ley de sanidad que sustituyera al Obamacare, una de las principales promesas electorales de Trump.

En septiembre, Politico comenzó a informar de que Price estaba utilizando dinero de su departamento para pagar viajes en vuelos chárter privados cuando podría haber utilizado aviones comerciales o desplazarse en tren y coche. Una actividad que no era ilegal, pero que podría ser considerado un derroche de dinero público. 

El caso acabó desembocando en una investigación sobe los gastos del Gabinete Trump que acabó provocando la dimisión de Price el 29 de septiembre. Price solo estuvo 231 días en el cargo, el mandato más breve de un responsable de sanidad en Estados Unidos.