La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios, organizadores de las IV Maniobras simuladas Millán Astray que se iban a celebrar en Barro (Pontevedra) a finales de abril, ha anunciado que las jornadas han sido suspendidas "provisionalmente".

En un comunicado, la entidad justifica esta decisión en la "artificial disputa política" en la que se han visto envueltos por fines "meramente electoralistas".

El Ayuntamiento de Barro y la Diputación de Pontevedra han censurado en los últimos días el acto convocado y han criticado que se buscase su apoyo a través del ocultamiento del fondo de las actividades que pensaban realizar.

De hecho, la Diputación ha exigido la retirada de unos carteles en los que aparecía su logo y el Ayuntamiento ha destacado que la asociación carece de cualquier tipo de permiso para desarrollar la actividad en terrenos municipales.

Además, una vez surgida la polémica, diversas asociaciones y partidos han pedido al Ministerio de Defensa que también retire su "apoyo" a la actividad.

El colectivo asegura estar "legalmente constituido" y señala que sus dirigentes han optado por aplazar la celebración de estas jornadas "hasta que amaine este incendio de intransigencia y desconocimiento históricos por parte de algunos responsables políticos que ya están en campaña de agitación electoral".

En los próximos días, advierten, evidenciarán "todas las mentiras y errores cometidos por aquellos que han deseado convertir una simple reunión de veteranos legionarios en una tormenta de odio y sectarismo" y para ello, añaden, mostrarán "pruebas irrefutables".

Estas maniobras, aclaran los organizadores, "estaban y están pensadas como un encuentro de confraternización y hermanamiento" y no como un acto de exaltación de la figura de Millán Astray.

Su presencia en el cartel obedece, según sostienen, al "reconocimiento de la importancia que tiene en nuestras vidas como fundador de la Legión que es" y defienden además que este militar ha sido objeto de "difamaciones notoriamente injustas".

La Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios reivindica la figura del general, que "no fue ni franquista ni fascista", arguyen, sino una "gloria gallega y española", de la que destacan su "labor de escritor o traductor de libros".