Es impensable, a España no se le ocurriría nunca hacer lo que ha hecho Alemania, aseguran fuentes jurídicas consultadas por COPE. “Estamos en las antípodas”. Está claro que la euroorden no funciona, dicen. Y lo que se necesita es un pronunciamiento del Tribunal de Justicia de la UE, un pronunciamiento claro y vinculante. La orden europea de detención y entrega responde al principio de confianza y de reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales. La aplicación es común para los países miembros. Al menos debería. Pero está claro que la euroorden no funciona, insisten.

Jueces y fiscales españoles están indignados con la decisión del tribunal de Schleswig-Holstein, un tribunal regional, que entre en el fondo a una petición de un tribunal supremo. Eso corresponde al tribunal del país que reclama, al tribunal competente. Aunque no es la primera vez que ocurre. Francia y Bélgica lo hicieron en varias ocasiones, en especial en los tiempos fuertes de la banda terrorrista ETA. Entraban en el fondo y pedían pruebas, como ahora hace Alemania. Y rechazaban la entrega de etarras. Todavía, algún miembro de ETA vive en Bélgica con toda la tranquilidad, y en concreto nuestras fuentes se refieren a una etarra. Pero la Justicia española no dio publicidad mediática de esos casos. No se entra en el fondo, pero sí en la tipificación del delito, eso es lo que hace la Justicia española.

Como varios países de la UE no la aplican, jueces y fiscales consideran más que necesario que el Tribunal de Luxemburgo se pronuncie. El caso de Alemania, que se ha extralimitado, manifiestan, se puede extender a Bélgica y al Reino Unido, donde se encuentran otros fugados independentistas. El juez Llarena y la Fiscalía estudian plantear la cuestión prejudicial al Tribunal de Luxemburgo, lo plantean los tribunales conocedores del caso. La Fiscalía General del Estado recordaba la semana pasada en un comunicado que la normativa europea que regula la orden de detención y entrega debe limitarse al apoyo práctico y administrativo.

Esta semana, la Fiscalía de la Audiencia Nacional apoyaba la entrega de un ciudadano británico a Alemania por fraude fiscal y contrabando. Y aprovechaba para recordar a la justicia germana que, como es habitual, en ningún caso valoran la prueba a la hora de tramitar una OEDE. Y hacía referencia al respeto del espíritu de la norma, fiel al principio de reconocimiento mutuo. En la nota queda patente el malestar del Ministerio Público. Después de este capítulo, muchos españoles se preguntan si la euroorden sirve para algo. Nuestros jueces y fiscales lo tienen muy claro.