El Senado ha advertido hoy en una declaración institucional que la "erradicación definitiva" de la violencia en el fútbol no sólo requiere un refuerzo del "marco legal" por parte de las instituciones, sino "sobre todo" la implicación de entidades deportivas, como la UEFA, para combatirla.

Mediante esta declaración, leída por el secretario primero de la Cámara Alta, Luis Aznar, durante la sesión plenaria, el Senado lamenta la muerte del ertzaina Inocencio Alonso García y traslada el pésame "más sincero" a su familia.

El agente de la Ertzaintza pereció por un infarto durante los graves disturbios del día 22 de febrero en Bilbao entre ultras del Athletic de Bilbao y el Spartak de Moscú.

Hace hincapié el Senado en que en estos "tristes sucesos" el fútbol "volvió a ser la excusa para que dos grupos violentos se enfrentaran entre ellos poniendo a toda una ciudad en máxima alerta" y recuerda que se trató de un caso aislado, porque hechos similares han sucedido en otros campos de fútbol.

Por ello, con esta declaración, promovida por el PP y firmada por todos los grupos, el Senado manifiesta que la violencia en el ámbito deportivo es "totalmente antagónica al propio concepto del deporte" obligando a todas las instituciones a tomar medidas para "fomentar la prevención y reforzar el control y la sanción de los comportamientos violentos".

En esta línea, el Senado remarca que para erradicar las conductas violentas se requiere la participación "no sólo de las instituciones públicas para reforzar el marco legal existente" sino "sobre todo" la implicación de entidades deportivas, como la UEFA, "para favorecer una adecuada gestión, control y autorregulación que minimice al máximo esta violencia".

La Cámara también solicita a la Unión Europea que preste "el apoyo, coordinación y complementación de la acción de los Estados miembros en materia de política deportiva" de manera que se promueva la cooperación entre organismos "protegiendo la integridad física y moral de deportistas y aficionados".

La declaración incluye un preámbulo en el que se constata que pese a que el deporte siempre se ha identificado como "símbolo de esfuerzo, de competición limpia y de superación continua" se siguen produciendo incidentes violentos, tanto dentro como fuera de los campos.

El texto alude a las diferentes normas que existen en España para luchar contra este tipo de violencia y menciona la Comisión Nacional contra la Violencia en el Deporte como instrumentos utilizados por el Estado dentro de su "dilatada experiencia" en la lucha contra este fenómeno.