Podemos ha reunido hoy en Madrid a más de 3.000 militantes en un encuentro para preparar el ciclo electoral de 2019, en el que las voces de algunos dirigentes han alertado de que no se pueden "permitir el lujo de defraudar" y de que deben encontrar fórmulas para superar la desmoralización y la frustración.

Dos de los dirigentes menos alineados con la actual dirección, la líder en Andalucía, Teresa Rodríguez, de Anticapitalistas, y el previsible candidato a la Comunidad de Madrid, Íñigo Errejón, han aprovechado la jornada para azuzar a las bases a superar la frustración y el desánimo que han podido cundir en la militancia en los últimos tiempos.

Tienen claro que Podemos no puede "permitirse el lujo de defraudar" en el próximo ciclo electoral, en palabras de Teresa Rodríguez, que piensa que eso supondría "30 años más de impasse para el cambio".

Para Errejón, las fuerzas de izquierdas han "perdido mucho tiempo en la pelea táctica" sobre quien es el culpable de mantener a Mariano Rajoy en la Moncloa, y eso ha pesado menos que la "suma" de los partidos progresistas.

Su receta es insistir en que "existe la posibilidad de transformación, que es posible, alcanzable, fácil y asequible", pero que esa esperanza que moviliza "a los de abajo" no debe sustentarse en que "los de arriba son muy malos o injustos", sino en que Podemos tiene "capacidades y condiciones para transformar la realidad".

Otra de las asignaturas pendientes de Podemos, según Errejón, es ganar la "batalla de la confianza" y convencer de que pueden ofrecer más seguridad y medidas eficaces que "aquellos que han instalado como norma general la precariedad, la escasez y el miedo".

Rodríguez ha apuntado también el peligro de entrar en la dinámica de "construir aparato", lo que en otros partidos ha llevado a situaciones como la que hoy se vive en el PP con Mariano Rajoy y Cristina Cifuentes, y ha rechazado "construir un partido que dure 140 años" como el PSOE.

Para la líder andaluza deben evitar "homologarse" con formaciones que llevan 20 años gobernando y forjar una organización que "propicie el cambio".

Coincide con Errejón en que las alianzas deben buscarse en los distintos territorios, según sus distintas peculiaridades, aunque se muestra menos dispuesta a entrar en gobiernos con los socialistas.

Reflexiones críticas que se han hecho también dirigentes catalanes del partido reunidos en una ponencia de debate sobre la actual relación de España y Cataluña.

María Corrales o Jessica Albiach han lamentado que Podemos no haya sido capaz de aglutinar el voto de las clases populares, aquellas que hablan fundamentalmente castellano y a las que sí ha seducido el proyecto de Ciudadanos encabezado por Inés Arrimadas.

Un espacio electoral, el de los que se sienten catalanes y españoles que antes ocupaba el PSC y que ahora lidera Cs.

Para Albiach, el partido de Arrimadas ha sabido conectar con los hijos de los emigrantes castellanohablantes.

Un colectivo que guarda "cierto rencor" porque el "ascensor social" no ha llegado a determinados barrios donde Ciudadanos ha ganado claramente en las elecciones.

"Ciudadanos es la reacción, lo que ha hecho el PP pero revestido de cambio", ha añadido el líder de los comunes, Xavier Domènech, mientras que el catedrático Vicenç Navarro ha admitido que algo estarán haciendo "mal" para ganar las elecciones generales pero estancarse en las autonómicas.

En el cierre de las jornadas, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha aprovechado para lanzar un mensaje al PSOE, al que ha vuelto a invitar a presentar una moción de censura contra Mariano Rajoy, para la que -según él- "hay números".

Sería una moción de censura "de la dignidad" igual que lo es la que han anunciado los socialistas contra Cristina Cifuentes en Madrid, y que contará con el apoyo de Podemos, a pesar de que ellos no tuvieron en su día el respaldo del PSOE.

Iglesias ha asegurado hoy que el PSOE no es su adversario, que le gustaría ver que se sume a Podemos para construir "la España del futuro" pero, a la espera de que se "decidan y hagan algo", ha garantizado que la formación morada seguirá trabajando para ganar las elecciones municipales, autonómicas y europeas de 2019 y generales en 2020.

Unos comicios en los que quiere una confluencia "de igual a igual" con la IU de Alberto Garzón, y a Íñigo Errejón de candidato en la Comunidad de Madrid.