El PDeCAT ha negado hoy que como partido sugiriera al periódico francés Le Monde pagar publicidad a cambio de un trato informativo favorable al 'procés' y ha recalcado que la persona que le habría hecho esta oferta a la corresponsal Sandrine Morel no tiene responsabilidades en la formación política.

El PDeCAT ha salido así al paso de las afirmaciones de Morel, corresponsal de Le Monde en España, en su libro "El huracán catalán", en el que asegura que un responsable de comunicación del partido, del que no desvela su nombre, le hizo esta propuesta.

Fuentes de la formación heredera de CDC han desmentido este extremo y han asegurado que ni han participado ni participarán en operaciones de este tipo.

Las mismas fuentes han subrayado que el "presunto implicado" al que hace alusión la periodista francesa en su libro "no tiene responsabilidades en el partido".

En esta misma línea, la portavoz de la formación, Maria Senserrich, ha dicho en rueda de prensa que el partido ni siquiera paga por publicidad en medios catalanes ni españoles, por lo que tampoco lo hace en internacionales, ha aseverado.

En el libro, subtitulado 'Una mirada privilegiada al laberinto del procés' y que será publicado el día 5 de junio por Planeta, Morel explica que se encontró en junio de 2017 en el bar de un hotel de Barcelona con un responsable de comunicación que dice que es del PDeCAT, con el que mantenía una relación de confianza desde hacía años y del que no revela su identidad.

Entonces mantuvieron una conversación informal sobre la consulta soberanista del 1 de octubre, según Morel, que relata que expuso al responsable de comunicación sus dudas sobre la legitimidad del proceso y las consecuencias de "retar a Madrid".

En este punto, Morel escribe que su interlocutor se sintió "molesto" ante su escepticismo y consideró que era "demasiado crítica con el independentismo".

"Y me suelta una frase que me dejó helada: «Si compramos dos páginas de publicidad en Le Monde, escribirás lo que tus jefes te digan...»", prosigue la narración.

Según la periodista, cuando el responsable de comunicación apreció su indignación, respondió "avergonzado" con un "bueno, así funcionan las cosas aquí".