Los siete candidatos a presidir el PP han vivido hoy una jornada de transición, a la espera de ser proclamados oficialmente mañana, en la que se han centrado en sumar apoyos e instar a la participación de los militantes en la votación del próximo 5 de julio.

El hecho de que los afiliados tengan que inscribirse para participar en el proceso de elección del nuevo líder, y que tengan que estar al día del pago de las cuotas para hacerlo, supone que el número de 869.535 militantes registrados pueda quedar drásticamente reducido para votar el próximo día 5.

Por eso, casi todos los candidatos se han mostrado partidarios de facilitar la participación y ya se ha planteado un pago único de 20 euros para ponerse al día de las cuotas y poder inscribirse, antes de la finalización del plazo el próximo 25 de junio a las 14 horas.

El vicesecretario de Comunicación Pablo Casado, uno de los candidatos, ya explica en un vídeo en su cuenta de Twitter, bajo el título "Regístrate para votar", que si no se está al corriente del pago de cuotas, ponerse al día cuesta 20 euros.

Y es que la carrera por liderar el PP se disputa, por el momento, sobre todo en internet y los medios de comunicación, donde los principales candidatos han multiplicado hoy sus comparecencias.

Ahí han vuelto a apelar al juego limpio, después de que ayer María Dolores Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría se comprometieran a mantener el diálogo durante el proceso interno.

Cospedal ha defendido hoy que siempre es bueno dar la cara como hizo ella frente a los corruptos en su partido, y se ha mostrado convencida de que los militantes prefieren eso y no a quienes se esconden.

Ha dicho que lleva con "orgullo" haber sido la secretaria general que ha impulsado la participación de la militancia en la elección del nuevo presidente del partido y ha asegurado que si consigue ganar quiere contar "con todo el mundo, en la posición que esté".

La exvicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría ha insistido en que el adversario a vencer es Pedro Sánchez, y si gana su contrincante Cospedal, la apoyará "desde el minuto cero" para que sea "la próxima presidenta de España".

Eso sí, después de puntualizar que se ve con más capacidad y con más apoyo que la secretaria general para ser cabeza de cartel en las próximas elecciones ya que, según las últimas encuestas, solo ella y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que finalmente no se ha presentado, se situaban en cabeza.

Pero a pesar de no estar ya en la carrera por liderar el partido, Feijóo ha irrumpido hoy en el proceso al declarar que si existe la posibilidad de presidir el PP en 2020, sería "un honor" para él.

Dado que quien se convierta en presidente del partido será también el cabeza de cartel para las próximas elecciones, esta afirmación ha sido matizada posteriormente por el propio Feijóo, quien ha asegurado que será leal al próximo líder de su partido, que "sin duda" será el "candidato" en 2020.

Mientras Feijóo mantiene su neutralidad, sin querer decir a quién apoya hasta después de la votación de militantes el día 5, otros dirigentes del partido se han decantado hoy claramente por alguno de los aspirantes.

Sáenz de Santamaría ha sumado hoy el apoyo de la presidenta del PP de Sevilla, Virginia Pérez; el de Málaga, Elías Bediondo; el ex delegado del Gobierno en Cataluña Enric Millo, o la exministra Celia Villalobos, entres otros.

Por su parte, Cospedal ha recibido en las últimas horas el apoyo expreso del exministro del Interior Juan Ignacio Zoido, la secretaria primera de la Mesa del Congreso, Alicia Sánchez-Camacho, o la viceportavoz del PP de Castilla-La Mancha, Lola Merino.

Casado se ha centrado en acercarse la militancia, iniciando por León, Palencia y Ávila su periplo por España para presentar su candidatura que representa a las "bases" y, según ha recalcado, que es la única que facilitar la "unión" del partido.

El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo ha impartido una conferencia sobre geopolítica, pero sin olvidar el mensaje de campaña al insistir, en declaraciones a los medios, en que el proceso por liderar el partido tiene que ser "una discusión de ideas" y no un "Miss América" ni un "concurso de belleza".