José Miguel Blanco.

El que fuera secretario general de la Presidencia del Gobierno durante el mandato de José María Aznar, Javier Zarzalejos, asegura que el riesgo del síndrome de la Moncloa existe y, aunque no es partidario de fijar por ley una limitación de mandatos, cree que acabará convirtiéndose en una norma no escrita.

Zarzalejos hace estas reflexiones en una entrevista con Efe con motivo de la publicación de su libro "No hay ala oeste en la Moncloa", en el que describe pormenores de la etapa de Aznar como jefe del Ejecutivo entre 1996 y 2004.

"No será una sorpresa para nadie que opine que Aznar ha sido el mejor presidente de Gobierno desde la Transición", señala el que fuera su colaborador y permanece junto a él como director de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES).

En ese contexto, destaca su "enorme mérito" y su "gran capacidad de liderazgo" al haber conseguido la integración de todo el centro-derecha en España, algo que cree aún más costoso que la integración de izquierdas lograda por Felipe González.

Bromea con las afirmaciones de que Aznar carecía de carisma recordando las palabras de Javier Arenas en las que comentaba "la cara de líder" que se le había puesto al presidente al entrar en la Moncloa.

Al plantearle si en un momento como el actual, con el protagonismo de las redes sociales, podría triunfar un político sin carisma, diferencia este concepto del dominio de la comunicación y cree que esto puede hacer prevalecer la forma sobre la sustancia.

Eso considera que alimenta el fenómeno de la "personalización" de la política. Además, recalca que "los partidos no son lo que eran".

A la hora de juzgar si Rajoy ha dado muestras de liderazgo como las que cree que protagonizó el primer presidente del Gobierno del PP, subraya que "las comparaciones son odiosas" y recuerda el capítulo de su libro en el que explica que Aznar sabía muy bien cuando le nombró sucesor que representaba un estilo distinto y primó su gran experiencia.

Sus años en la sede de la Presidencia del Gobierno llevan a Zarzalejos a reconocer que el riesgo de caer en el síndrome de la Moncloa existe.

"La información que puedes tener, te puede llevar a un desinterés por lo que ves ocurrir a tu alrededor", alerta además de reconocer que no es fácil cómo conjurar ese peligro, aunque recalca que lo primero debería ser tener conciencia de que ese riesgo existe.

Destaca el autor el compromiso que mantuvo Aznar de estar sólo ocho años en la Moncloa, pero es contrario a fijar una limitación legal para ello.

"Creo que eso irá convirtiéndose en una especie de convención, en una norma no escrita -añade- en la medida en que las estancias largas en el poder cada vez pueden ser más difíciles de explicar".

Zarzalejos fue uno de los tres representantes del Gobierno enviados por Aznar en 1999 a mantener en Suiza un contacto con miembros de ETA y ofrece detalles de esa conversación en su libro.

En la entrevista, destaca la importancia de la tregua anunciada por ETA en aquel momento, porque no tenía precedente y abría expectativas en el País Vasco y en España.

Unas expectativas que se frustraron y tras las que cree que hubo varios factores básicos para recorrer el camino que ha llevado a la disolución de la banda.

Entre ellos cita la efectividad de las fuerzas de seguridad, la ley de cumplimiento efectivo de las penas y la Ley de partidos políticos, a lo que suma un contexto internacional distinto tras los atentados del 11S en Estados Unidos, porque hasta entonces lamenta que España se viera muy sola en su lucha contra el terrorismo.

Ahora, tras la disolución de ETA, no cree oportuno un acercamiento generalizado de sus presos al País Vasco y cree que la política penitenciaria debe seguir siendo estrictamente individualizada.

Javier Zarzalejos lamenta el "acoso" sufrido por el PP tras los atentados del 11M debido a una campaña que cree que tiene bastante que ver con el fenómeno actual de las "fake news". "Es uno de los casos que, si hubiera que explicarlos en una facultad, habría que estudiarlo", añade.

Ve improbable que ante la evolución de los nacionalistas, especialmente en Cataluña, pueda repetirse un acuerdo como el logrado por Aznar con CiU y PNV para su primer gobierno.

Y sobre José Luis Rodríguez Zapatero destaca lo negativo que fue para España su idea de desmantelar el legado político del PP y buscar "un entendimiento muy sectario con los partidos nacionalistas", así como su política económica y exterior.