Corea del Norte ha cargado este domingo contra Estados Unidos por sus críticas al régimen y a la hermana del dictador norcoreano Kim Jong-un, y ha afirmado que no dialogaría de forma directa con la Administración de Donald Trump "ni en 100 o 200 años. No es una amenaza ni una afirmación vana".

Pyongyang ha reaccionado así a las palabras del vicepresidente de EE.UU., Mike Pence, sobre el régimen con motivo de su visita al Sur, en medio de las conjeturas sobre una posible toma de contacto entre las delegaciones estadounidense y norcoreana durante la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de PyeongChang. "Es imperdonable que Pence se atreviera a difamar al inviolable Gobierno de la República Popular y Democrática de Corea, llamándolo 'régimen dictatorial", ha señalado un portavoz de Pyongyang.

El portavoz también ha denunciado los "absurdos ataques" de Pence contra la misión norcoreana enviada a la apertura de los Juegos invernales y contra la hermana y enviada especial del líder norcoreano Kim Jong-un, Kim Yo-jong, quien mantuvo una histórica reunión con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.

En la ceremonia de apertura de los Juegos se produjo un intento fallido de encuentro entre el número dos de la Casa Blanca y Kim Yo-jong, cancelado a última hora por Pyongyang debido supuestamente a que Pence insistió en la línea dura contra el Norte durante su visita y anunció nuevas sanciones unilaterales contra el régimen.

Pyongyang ha afirmado que "en ningún momento mendigará el diálogo" con la Administración Trump, y ha señalado que "no quiere contacto alguno con quienes atacan de forma agresiva la dignidad del gobierno y el liderazgo supremo" del país.

El hermético régimen ha hecho esta declaración el mismo día en que se celebra la ceremonia de cierre de los Juegos invernales que acoge Corea del Sur, en la que coincidirán las comitivas enviadas por Pyongyang y Washington, encabezadas respectivamente por el general Kim Yong-chol e Ivanka Trump, hija y asesora del presidente.