La selección de Inglaterra regresó este jueves al trabajo tras la jornada de descanso del miércoles sin el centrocampista Dele Alli, aquejado de unas molestias musculares, y con su seleccionador Gareth Southgate sin cabestrillo tras dislocarse el hombro.
El creativo futbolista del Tottenham es la principal duda del cuadro de los 'Tres Leones' de cara al partido del próximo domingo contra Panamá en Nizhny Novgorod, en el que los 'pross' esperan dejar encarrilado el pase a los octavos de final.
Alli sintió unas molestias musculares en el muslo tras la victoria por 1-2 en el primer partido contra Túnez en Volgogrado, y las pruebas revelaron un pequeño esguince muscular en la zona del muslo, que quedó bajo observación.
"Es frustrante haber sufrido una pequeña lesión el lunes, haré todo lo que pueda para volver en plena forma lo antes posible", manifestó el futbolista a través de su perfil oficial de la red social Twitter.
El que mostró mejoría fue el entrenador Gareth Southgate, que se dislocó el hombro cuando realizaba ejercicio en los alrededores de la concentración inglesa en Repino (al norte de San Petersburgo), pero este jueves apareció en la sesión de entrenamiento sin cabestrillo.
"Esto me va a impedir celebrar los goles de forma muy atlética", declaró en tono jocoso el técnico, que fue trasladado a un hospital cercano y fue tratado por el médico de la selección, Rob Chakraverty. "He tenido la suerte de contar con profesionales de primer nivel, aunque siento haberles hecho trabajar en su día de descanso", añadió.
"Es mejor que me haya lesionado yo que ninguno de mis futbolistas. Les sorprendió cuando llegué a la reunión de equipo que teníamos con la férula puesta y me preguntaron que qué había estado haciendo", prosiguió. "Estaba muy cerca de conseguir mi récord personal en los 10 kilómetros, y eso es lo que más me molesta", bromeó Southgate.