"Señoras, señores, me alegro, buenos días...

Desde hace un par de horas sabemos de un fuerte terremoto de 8,4 grados en México, con epicentro en Chiapas que se ha sentido en todo el país. Se ha sentido hasta en el Distrito Federal. Hay mil kilómetros de Chiapas a la capital. Los equipos de emergencia supervisan la situación. De momento no hay datos sobre nada. Es el terremoto más fuerte desde aquel terremoto del 85, aquel terremoto que tuvimos noticia viéndolo después la imágenes del televisor, cuando Guillermo Ochoa estaba realizando su programa en Televisa y empezó a temblar aquel estudio.

Hoy, acordándonos de ayer, si yo no tuviera sentido comercial, les diría voy a repetir lo que puse ayer, porque al fin y al cabo es lo mismo, se ha repetido en el Parlamento de Cataluña la misma ceremonia que con la Ley de Referéndum solo que con la Ley de Transitoriedad Jurídica, que ya se ha aprobado. Que además es una ley que va después de un referéndum. La aprueban como dando por hecho que ese referéndum, que además no van a poder hacer, va a ser definitivo. Lo mismo. Es como si filmáramos una película y dijéramos golpe de Estado, toma dos, claqueta. Y la toma dos se ha producido con el mismo retorcimiento del reglamento, conn el mismo desafío a las leyes, con el mismo pisotón a la democracia, etcétera. 

Pero la lenta y pesada maquinaria, pero definitiva al cabo del tiempo, del Estado ha empezado a funcionar. ¿Y cómo lo ha hecho? Con dos actuaciones. Una de ellas ha sido con el Tribunal Constitucional, que ha admitido a trámite el recurso que ha presentado el Gobierno una vez escuchado el Consejo de Estado. Es verdad que en el Constitucional tampoco ha sido tan paseo de rosas, fresas y vino. Hay alguna disensión acerca de si el Constitucional debe aplicar o no debe aplicar sanciones o inhabilitaciones, y como que el Constitucional ha dicho yo admito a trámite, que es una forma de suspender o paralizar, pero que sea la Fiscalía la que se moje.

Es cierto, si ustedes hoy se asoman al Boletín Oficial del Estado, que es una lectura muy agradable de buena mañana con el desayuno, verán cómo publica la Disposición General del Tribunal Constitucional 10289 en pleno, en que admite a trámite esta pero notifica personalmente esta resolución a determinadas personas.

Es decir, les apercibe. Apercibir, por parte del Tribunal Constitucional, es decir, si usted no hace caso de lo que yo le digo, aténgase a las consecuencias. Y ahí están desde la consejera de Enseñanza, la de Trabajo, hasta el secretario general de presidencia, al secreterio de Telecomunicaciones, al director de TV3, el secretario de Administraciones Locales, el director general de Profesorado, el director general de Política Financiera, y así hasta la náusea, donde se les advierte a todos ellos de su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que suponga ignorar o eludir la suspensión acordad. Esto es un apercibimiento. Que seguramente es lo que recibió el letrado mayor del Parlamento catalán o el secretario general del Parlamento que no firmó aquella resolución que elevó a la página web la propia Mari Carmen Forcadell.  Es decir, se apercibe a gente que además tiene dos dedos de frente, porque saben lo que significa que te aperciba un tribunal.

Pero es que, por otra parte, además de suspender las leyes, ese paquidermo, como le llama Victoria Prego en elindependiente.com, se pone en marcha a través de la Fiscalía, que esta es un poquito la diferencia con el 9 de noviembre. La Fiscalía del señor Maza que se ha querellado contra la Mesa del Parlamento, contra el Gobierno de Puigdemont al completo, empezando por Puigdemont,  y que además ha dado órdenes para investigar todo lo que tiene que ver con el referéndum. A la Guardia Civil, a la Policía y a los Mossos D'Esquadra. En función de ello, buscarán todo aquello que entiendan pueda ocultar alguna de la logística de un suspuesto referéndum.

Eso en el plano judicial. Y en el plano político, ¿qué ha ocurrid? La comparecencia del Presidente del Gobierno, que hoy es aplaudida por todos los medios. Digamos que el discurso ayer de Rajoy estuvo a la altura de las circunstancias. Fue mesurado, pero contundente. Es decir, de el destaca una frase: "No menosprecien ustedes la fuerza de la democracia española, porque la democracia tiene resortes para defenderse. Y el Gobierno tiene la obligación de ponerlos en marcha para la defensa del Estado". Es decir, a la ley, y sin ley recuerden ustedes que no hay democracia, la protege la fuerza del Estado. Y el Estado ha salido a la contraofensiva con la unidad política de las fuerzas constitucionalistas. Es decir, de Rivera y Pedro Sánchez.

Ahora podemos aventurarnos a decir que a ver qué duran y que en qué momento se va a poner de perfil el señor Pedro Sánchez. Pero atengámonos a lo que hay, y es que ayer, de forma inequívoca, prestó su apoyo su apoyo al Gobierno en cada una de las circunstancias en las que el Gobierno tiene que defenderse. ¿Que se pudo hacer mejor? ¿Que pudo asomar la cara? Pues es posible. No tuvo una mala idea Rivera cuando dijo no estaría de más que nos hiciéramos una foto los tres, cosa que, al parecer, Moncloa dijo que le parecía bien. Llamaron a Ferraz y Ferraz como que se puso a silbar. No asomó la cara. ¿Por qué? Ya saben ustedes la pequeñez a veces de la política. 

Y después de todo ello, ahora el apercibimiento también le llega a los alcaldes, porque ahora la guerra la van a sufrir los alcaldes, la presión que están sufriendo los alcaldes por parte de las fuerzas levantiscas, más la Generalidad de Cataluña para que deje los locales es bárbara. También a los alcaldes le apercibe el Estado, "tenga usted cuidad". Y veremos qué hace Colau, porque ceder un local para una actividad ilegal tiene también sus consecuencias. Un concejal o un alcalde de Esquerra Republicana le reconocía ayer a David del Cura en Onda Cero que, efectivamente, tal y cómo informó en exclusiva este programa, en aquellas localidades donde los alcaldes no colaboren con las cesión de locales, piensan utilizar los centros de salud y la tarjeta sanitaria.

Ahora no es la hora de la política por sí misma, porque los independentistas han quemado todas las naves. Ahora es la hora de la justicia. Y, por supuesto, de la fuerza policial cuando algunos quieran tomar las calles, rodear edificios o hacer de esto una situación levantisca callejera para intentar que se visualice en alguna parte que pobrecitos, algunos quieren votar y no les dejan".