El temporal Gisele ha dejado sin agua potable al municipio gallego de Ribadavia por el arrastre de cenizas de los incendios de octubre. La empresa gestora del servicio de agua ha iniciado la entrega de garrafas de cinco litros para el consumo humano.

La decisión de advertir a los vecinos para que no bebieran agua del grifo se tomó el miércoles tras comprobar que salía muy turbio al superar los límites establecidos por Sanidad para su ingesta, aunque asegura se puede seguir empleando para la higiene personal y el lavado de ropa y utensilios de cocina, "se puede utilizar para todo menos para beber" afirma en 'Mediodía COPE' el alcalde de Ribadavia, José Ignacio Gómez Pérez que asegura que "la gente está respondiendo tranquilamente".

El problema ha surgido al arrastrar partículas de ceniza procedentes de la zona en la que se hace la captación para la capital del Avia. Las instalaciones se encuentran en el municipio de Carballeda de Avia, donde la ola de incendios del pasado mes de octubre afectó a más del 70 por ciento de la superficie municipal.

La empresa responsable del suministro del agua, Aqualia,  seguirá entregando garrafas de agua a los vecinos afectados hasta que el departamento de Sanidad de la Xunta de el visto bueno al consumo humano. Parte de la solución, ha afirmado el alcalde, "pasa porque se reduzcan la intensidad de las lluvias y salga Lorenzo".