Estamos en Motilla del Palancar, Cuenca. Y nos fijamos muy de cerca en una vecina del pueblo que acudió a la charla de una empresa en su muinicipio. Hasta aquí todo normal. ¿Qué ha pasado? 

Una empresa de venta directa daba una de sus charlas comerciales en un hotel al que asistían vecinos de la zona. Uno de esos actos en los que al final se da un pequeño obsequio a los asistentes, compren, o no, lo que se les ofrece.

Hace años era muy común la venta de enciclopedias. También de equipos de música. Y ahora estas ventas se centran en productos de salud. A esta charla acudieron tres hermanas que viven en Motilla. Una de ellas tiene síndrome de Down.

Antes de comenzar el acto, uno de los responsables de la empresa de salud que iba a empezar su charla-venta, invitó esta mujer a marcharse. ¿Por qué? Por una serie de excusas como que no había sillas suficientes.

En el salón de ese hotel de Motilla de Palancar había muchos vecinos del pueblo que conocen perfectamente a esa chica y decidieron levantarse y marcharse con ella.

Una historia de discriminación como pocas que denuncia en Mediodia COPE, Aurora López, presidenta de la confederación española de personas con discapacidad (Cocemfe).

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