Las candelas, una historia bonita para una dura realidadLa singular historia de estas pulseras comienza un día de hace tres años. La idea es de una voluntaria del Hospital San Juan de Dios de Barcelona que ayudaba a los niños de oncología y entre esos pequeños enfermos se encontraba Candela."Las niñas tenían ocho años cuando comenzaron a hacer las pulseras; una voluntaria no sabía como entretener a Candela que estaba recibiendo quimioterapia y pasaba tantas horas en el hospital y así comenzó la historia", cuenta en 'Mediodía COPE', Gloria García, responsable de la recaudación de fondos del proyecto.Y las pequeñas se pusieron a hacer pulseras, en tres años se han realizado 274.000 candelas (como se conoce a las pulseras de hilo), se han empleado 600 kilómetros de hilo que servirían para unir Madrid con Barcelona, cuestan tres euros y pulsera a pulsera se ha recaudado un millón de euros gracias a las donaciones de mucha gente."No es una joya, están hechas con un hilo y su precio es simbólico" dice Gloria,  que destaca que la aceptación en la sociedad se debe a que son hechas con un objetivo "para luchar contra el cáncer".Candela fue la primera, después vinieron muchos otros, los chipirones (como son conocidos los niños de la planta de oncología del Hospital San Juan de Dios de Barcelona). El cáncer se cobra cada año la vida de muchas personas, entre ellas niños, "hay chipirones que se han curado y otros que han comenzado y por el camino también hemos perdido a algunos como Paula" recuerda Gloria García de ahí la importancia de este proyecto, "el fin es conseguir que se investigue para que todos los niños se puedan curar".Escucha a Gloria García, responsable de la recaudación de fondos del proyecto Pulseras Candela