La noticia se conocía hace unos días cuando agentes de la Policía Local de Lepe en Huelva detenían a un hombre de 44 años tras ser sorprendido cuando modificaba la línea continua de una carretera para poder tener acceso directo a una finca sin realizar ninguna maniobra.

El vecino de Isla Cristina (Huelva), trabajador de una finca próxima al lugar de los hechos, era sorprendido in fraganti modificando la señalización de la vía interurbana HU-3301. El hombre estaba anulando una línea continua, convirtiéndola en discontinua, en un tramo catalogado como peligroso por señal vertical.

Se da la circunstancia de que hace una semana que el titular de la vía, la Diputación Provincial de Huelva, ha finalizado las obras de asfaltado y pintura que el investigado intentaba modificar.

Mario Arnaldo, presidente Automovilistas Europeos Asociados, advierte de la peligrosidad de hacer cambios en la señalización de las carreteras, "no es una cuestión de broma ni una cuestión baladí porque alterar una señal puede provocar un grave riesgo para la circulación" además de estar penado entre seis meses y dos años de cárcel. 

Arnaldo, destaca, sin embargo que esta práctica es más habitual de lo que creemos, "esto en vías urbanas es muy frecuente desde que un vecino pinta las líneas amarillas para que no le sancionen, pero esto no es una falta venial porque puede causar accidentes".