Waterloo, el tema con el que el grupo Abba saltó a la fama, se grabó en 1973. La letra del que fue un temazo cuando Puigdemont tenía 11 años, y que seguro que el ex president tarea, dice: At Waterloo Napoleon did surrender , Oh yeah, and I have met my destiny in quite a similar way (en Waterloo, Napoleón realmente se rindió y yo he encontrado mi destino del mismo modo). Quizás a estas horas el ex president, al levantarse, en esa residencia que cuesta 4.400 euros al mes, que se extiende 500 metros cuadrados, está tarareando el Waterloo de Abba. Bien visto, cuando el ex president tenía la melena más larga, tenía un parecido con Benny Andersson, el líder de Abba. Parece que Puigdemont ha pasado su primera noche en Waterloo, ayer lo confirmaba la alcaldesa de este pueblo a 20 kilometros de Bruselas. Suena Abba en casa de Puigdemont. Y en la sede de ERC, en el Carrer Consell de Cent, número 474 de Barcelona, suena Luis Fonsi, despacito: ERC quiere, despacito pero sin pausa, ir alejándose de Puigdemont. A poc, a poc, la Esquerra, va dejando claro que como dijo Puigdemont en los whatsapps posados por Comín esto se ha terminado. Ayer la segunda de ERC, Marta Rovira dejó muy clarito que quiere un proceso de elección de presidente de la Geneneralitat que no comporte consecuencias penales para los diputados.

Dicho de otro modo, el presidente del Parlament, Roger Torrent, que es de ERC, no va a convocar una investidura de Puigdemont que le lleve a la cárcel como le llevó a Carmen Forcadell, ni los miembros de la mesa se van a exponer a pasar por Estremera, que el Estado de Derecho no es copla sino ley. Las declaraciones de Marta Rovira llegan un días después de que Oriol Junqueras pidiera una presidencia simbólica para Puigdemnt y otra real. ¿A alguien le cabe ya alguna duda de que esto se ha acabado? Solo hay que encontrar la manera de rematarlo. Las declaraciones de Marta Rovira, aquí no va a haber mártires, llegaban después de que el juez Pablo Llarena decidiera mantener en prisión al exconseller de Interior Joaquim Forn, que había renunciado a su acta de diputado. El juez no lo pone en libertad porque entiende que existe riesgo de reiteración delictiva. LLarena deja claro que estar cerca de Puigdemont tiene consecuencias nefastas. En su auto el juez explica que Forn se queda en prisión porque estuvo en la candidatura de Puigdemont que todavía defiende la secesión unilateral. Forn se queda en prisión, poca broma, y Marta Rovira,la líder de ERC, y Marta Pascal, coordinadora del PDeCAT, entre otros, se acuerdan de que están llamadas a declarar a partir del próximo 14 de febrero. La maquina de la justicia, lenta, pero segura, sigue haciendo su trabajo. Y, como es lógico, nadie quiere estar a la sombra. A poc a poc ERC se va desmarcando. En las últimas horas hemos sabido que JxCat, ERC y la CUP habían preparado un documento en el que apostaban por iniciar un proceso constituyente tras la investidura. Tenía que firmarse el mismo martes, el día de la investidura, pero ERC se echó atrás. Mientras, Tardá insiste con una insistencia que es muy reveladora: Puigdemont no es imprescindible. Desde que hace quince días el diputado de ERC pidiera en este programa sacrificar a Puigdemont, hemos perdido ya la cuenta de cuántas veces lo ha pedido otra vez.

Puigdemont no va a ser president y va a seguir tarareando a ABBA en su casa de Waterloo que no sabemos quien paga. Roger Torrent tiene la obligación de proponer un candidato. No puede dejar la legislatura en un limbo. Los letrados del Parlament tienen que decidir si el pleno convocado y suspendido ha puesto en marcha el famoso reloj de la democracia.

Se cual sea la solución, a poc a poc, parece que con Puigdemont ya instalado en Waterloo y con ERC no dispuesta a correr riesgo alguno, puede volver cierta normalidad a Cataluña. El propio Rajoy, para fortalecer la impresión de vuelta a la normalidad ha anunciado ha anunciado que aumentará la previsión de crecimiento del PIB para 2018 del 2,3 al 2,5 por ciento, se van normalizando las cosas, crece más la economía.
Aunque el daño, un daño profundo, está hecho. Las empresas no van a volver.

El presidente del Banco de Sabadell ayer volvió a defender la decisión de trasladar el domicilio social a Alicante para escapar de los efectos del proceso independentista catalán.

El daño está hecho, no solo en la economía. Cataluña se queda fracturada, dividida, maltratada. Una Cataluña, en la que muchos, arrastrados por los sueños febriles de políticos de muy poca altura, ahora refugiados en mansiones con nombre de derrota, ven como enemigos a sus hermanos. Una Cataluña en la que urge no solo aplicar la ley sino recuperar el principio de realidad, recuperar una visión no dominada por el resentimiento.