Desde su atalaya de observación perfecta, en el Santuario situado en el Monte de los Olivos, fray Aquilino, relata a modo de reportero que "la noche ha sido tranquila, como lo fue ayer viernes, que era día de oración en las mezquitas hubo una oración secundada por mucha gente, pero después a la salida de la oración hubo algún tipo de tensión, pero el tráfico por las zonas de las mezquitas estaba libre, fue una jornada norma".

¿Por qué cree que al final este viernes de la ira no ha sido tan tremendo como se esperaba? "Creo que la declaración de Trump le ha pillado a todo el mundo por sorpresa, no sabemos que va a suceder a partir de ahora". Lo que tiene claro el padre Aquilino es que "la declaración de Trump no ayuda a la paz, Jerusalén va a ser siempre un hueso duro" pero "esperamos que la gente exprese su opinión de forma pacífica, qué es necesario un proceso de paz, desde luego, qué esta declaración que ha hecho Trump va a ayudar a esto, pues yo tengo mis dudas primero había que haberse sentado a hablar, en los procesos de paz, Jerusalén va a ser siempre un hueso duro".

También es cierto que a lo largo del viernes y en las horas del rezo, "la gente evitó los lugares de las salidas del rezo de las mezquitas como la Puerta de Herodes, Puerta de Damasco, la Puerta de San Esteban, en Belén hubo disturbios, hubo piedras, sí hubo gente que se manifestó" relata fray Aquilino que nos ha dejado el deseo de los frailes que custodian los Santos Lugares, "esperemos que la Navidad sea un sígno de paz, que podamos estar todos en la Basílica de la Natividad, que recemos esa noche juntos, que pidamos a Dios que nos eche una mano, que la gente no se olvide de nosotros".