Desde la noche de la madrugada del sábado al domingo del primer fin de semana de feria los taxistas de la capital de Málaga están de huelga indefinida. Una decisión que fue tomada de manera imprevista, y que este domingo ha sentado en una reunión en el Ayuntamiento a la empresa de transportes Cabify, al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, y a representantes de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi. Fuentes del sector del taxi han asegurado a esta emisora que el gobierno municipal se comprometió a evitar la entrada de vehículos de Cabify al recinto ferial Cortijo de Torres para la recogida de pasajeros con un control de acceso, sin embargo, estos vehículos habrían accedido anoche a la zona del Real de igual manera. Esta sería la gota que ha colmado el vaso y que ha desembocado en el parón indefinido del sector del taxi.

En la reunión que ha tenido lugar en el Ayuntamiento, en la que la sede de Cabify en Madrid ha intervenido por vía telefónica, Francisco De La Torre ha respondido a las demandas de los taxistas, que exigían la retirada de la flota de Cabify, con la reducción de los 35 vehículos a 17, además de la imposición de una tasa específica para las licencias de vehículos de alquiler con conductor que permita crear un listado que facilite el control desde la Junta de Andalucía. Además de estas conclusiones, el regidor ha incluido reforzar los controles en la zona de recogida de pasajeros estipuladas solo para taxis, así como la creación de un dispositivo policial específico para velar por que se cumplan estas normas. 

Desde AUMAT reconocen el esfuerzo del alcalde en estas negociaciones, pero no creen que Cabify vaya a retirar sus vehículos y aseguran que en breves se sumarán a estos parones los taxis de toda la Costa del Sol, así como se presumen que se unan algunos taxistas de Córdoba y Sevilla. En palabras de su vicepresidente, Juan González, estas movilizaciones no se prevén que se cancelen y podrían extenderse de Andalucía al resto de España. De momento, la huelga de taxistas en la capital se ha extendido hasta el Aeropuerto, donde decenas de vehículos se encuentran estacionados sin prestar ningún servicio, un aeropuerto que es el tercero más grande de todo el país.