Todos los viernes durante casi hora y media, estos jóvenes van a poder estar en contacto con animales, sobre todo con perros, y seguir así un programa que les ayude a equilibrar su conducta alimentaria. El objetivo de esto es que los afectados consigan superar su problema con la comida y poco a poco se vean mejor en el espejo, pero también anímicamente. 

Las personas que sufren de anorexia o bulimia no son capaces de percibir la realidad con respecto a su cuerpo. La distorsión es tal que la imagen que tienen de ellos mismos nada tiene que ver con la imagen reflejada en el espejo; no importa lo que digan amigos, conocidos o familiares. Por eso quizá los animales son la mejor opción. Para quienes tienen mascotas es innegable que su mera presencia reconforta en la habitación. No necesitan hablar ni darte palabras de cariño, ellos te lo hacen sentir.

Ángel Villaseñor es psicólogo en este hospital, y nos explica que la terapia con animales se ha demostrado beneficiosa en otro tipo de enfermedades o trastornos. El alzheimer o el autismo, cuando van acompañados de un tratamiento similar, ha ofrecido muy buenos resultados. Y se espera lo mismo de este. 

Con 200.000 menores afectados por bulimia o anorexia en España, en el Hospital Niño Jesús hay pacientes desde los 8 a los 18 años de edad, que es el rango en el que actúa principalmente este hospital. Y como cada etapa es distinta, los tratamientos según la edad también lo van a ser. Pero siempre teniendo presente a estos compañeros sin voz, que consiguen sacar lo mejor de nosotros y ahora van a hacer todo lo posible por ordenar de nuevo la vida de estos jóvenes.