La convocatoria por parte del Rey de una nueva ronda de consultas despeja el horizonte hacia la celebración de un debate de investidura que haga posible un nuevo gobierno para España. El camino hacia esa meta no está del todo despejado y son muchos los obstáculos políticos que hay que superar, en un momento en el que se agudizan las pretensiones de independencia en Cataluña, en el que se está conformando un clima de desacato a la ley en algunos territorios, y en el que se acumulan los indicadores sobre la parálisis económica que se produciría si hay que recurrir a unas terceras elecciones.Un problema no menor en ese camino hacia la estabilidad en el Gobierno es la búsqueda de una adecuada solución técnica en el partido socialista, que facilite con la abstención de los algunos de sus diputados, la presidencia de Rajoy. La ejemplar prudencia del presidente de la Comisión Gestora del PSOE, Javier Fernández, es una garantía de que esta formación actúa ahora con sensatez y sentido del interés general. La afirmación del socialista asturiano de que no se puede cosntruir una barricada ética y moral frente al PP, y que hay que respetar a los ocho millones de españoles que han votado a Rajoy, es una muestra de sentido común en política. También lo es la descripición que Javier Fernández hizo de Podemos, de la “hipocresía” y “fariseísmo” de su estrategia para echar al PSOE de la escena política a costa de lo que sea.