Se inicia hoy en El Cairo una reunión de alto nivel entre el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, presidido por el cardenal Tauran, y el Imán de la Universidad de Al Azhar, principal autoridad religiosa para más de mil millones de musulmanes sunníes. El objetivo es la colaboración entre la Santa Sede y Al Azhar para contrarrestar el fenómeno del fanatismo que lleva a matar en nombre de Dios, un tema candente que viene siendo objeto de otras reuniones de estudio sobre las causas del radicalismo de raíz islamista, que ha extendido su violencia por todo el mundo. Hasta ahora, el Azhar, como centro de irradiación cultural y religiosa en el orbe musulmán, se viene ocupando de la depuración de los textos islámicos destinados a la enseñanza primaria y secundaria, para poner de manifiesto los errores que cometen los terroristas del Daesh. Pero todavía estamos en el primer paso de una reforma que deberá ser más amplia, y sobre todo, poner énfasis en el respeto a la dignidad y libertad de la persona, siguiendo el designio de Dios. En todo caso, estamos ante un fuerte acontecimiento que prolonga la histórica visita del Gran Imán Al Tayyib al Vaticano, el año pasado, con el ambicioso programa común de contribuir a la paz en el mundo desde las respectivas identidades religiosas.