El partido disputado este martes entre Levante y Leganés en el Ciudad de Valencia acabó con lio entre ambos equipos en el túnel de vestuarios. Tras el 0-0 con el que terminaron los 90 minutos a la retirada de ambos conjuntos se produjo una trifulca en el interior del estadio entre miembos de ambos equipos.

Según ha podido saber la Cadena COPE, durante los altercados, Nordin Amrabat, jugador del Leganés que fue expulsado por doble amarilla golpeo en el rostro a un miembro del cuerpo médico del Levante que presentará la correspondiente denuncia ante la policía.

Jaime Latre, colegiado del encuentro, no ha recogido nada de lo sucedido en el acta por lo que el Comité de Competición no podrá actuar contra Amrabat pese a que pueda existir una denuncia.

La policía nacional ha tenido que intervenir para pedir calma y solicitar a los miembros de Leganés y Levante que volvieran a sus respectivos vestuarios.

El presidente del Levante, Francisco Catalán, aseguró este miércoles que el club apoya al empleado y que le ayudará en lo que necesite si decide presentar una denuncia.

"Dentro de los niveles de tensión de un partido hay cosas que no pueden ocurrir, hay líneas que no pueden sobrepasarse y, si se sobrepasan y encima afectan a personas el club, no va a estar ajeno a que si esa persona fue agredida proceda de la forma que entienda. Nosotros vamos a ayudarle en lo que necesite", dijo Catalán.

"Ese empleado del club tiene el respaldo absoluto del club para proceder de la forma que entienda que tiene que proceder. Si considera que tiene que actuar de esa forma, el club lo respalda y lo apoya", insistió.

Catalán mencionó alguno de los factores que acrecentaron la tensión entre ambos equipos pero incidió en que "no tienen que ir mas allá", en relación a la presunta agresión. "Son cosas del fútbol que lógicamente son un poco desagradables, pero que no tiene que pasar más allá de eso. Los nervios típicos de un partido, que encima es el último antes de irse de vacaciones, con un rival directo, con empate y dos expulsiones", afirmó el presidente.

Por su parte, el Pichu Cuéllar, portero del Leganés, ha dado una patada en los últimos instantes del partido a una botella que ha impactado en el rostro de un menor. Este se ha presentado junto a su padre en el vestuario y ha pedido explicaciones a Cuéllar, al que en principio pensaba denunciar. Finalmente ha aceptado sus disculpas y el incidente ha quedado en nada.