La Cadena COPE se ha puesto en contacto con un testigo directo que estaba presente en el túnel de vestuarios del estadio del Manchester City.Messi llamó "bobo" a Arteta Guardiola niega el lio entre Messi y ArtetaHabrán escuchado ya infinidad de versiones, unas más afortunadas que otras, de lo que pasó en los vestuarios del Etihad Stadium una vez acabado el partido entre el City y el Barça. La verdad es que cuando el nombre de Messi aparece en escena, hay muchos que se frotan las manos. Siempre es motivo de conjeturas, de fabulaciones, que generalmente no tienen nada que ver con la realidad. La Cadena COPE se ha puesto en contacto con un testigo directo que estaba presente cuando todo ocurrió, y su testimonio contiene importantes y esclarecedores matices, que señalan a Mikel Arteta como el principal y único instigador. Según este testigo, que se encontraba en el interior del túnel de vestuarios, los hechos ocurrieron de la siguiente manera: "Lionel Messi fue uno de los últimos jugadores del Barça en entrar a vestuarios. Caminaba despacio, con rostro serio, pero calmado. Una vez dentro, se giró, y observó que bajaba las escaleras el Kun Agüero, íntimo amigo suyo. Messi decide esperarle, y cuando llega junto a él empiezan a conversar cordialmente, con la complicidad de dos amigos. A los pocos minutos, pasan al lado de ellos un pequeño grupo de jugadores y asistentes del City, entre los que se encontraba Mikel Arteta (no estaba Guardiola) celebrando efusivamente la victoria. Messi los mira y le dice al Kun entre risas: “¿Pero qué ganasteis, la Champions?, jajaja!"."En ese momento, Arteta, que ve sonriendo a Leo, le mira desafiante y, sin pararse, camino de su vestuario, le dice: “¡Calla tontorrón, y vete a tu vestuario!”. Messi, que seguía entre bromas junto al Kun Agüero, le dijo: “¡Eres un bobo! ¡No te vayas, vení y da la cara!”. Arteta siguió su camino y se metió rápido en su vestuario. Messi de despidió cariñosamente del Kun, y también se metió en el suyo". Lionel, en ningún momento, acudió al vestuario del City, ni perdió los nervios, ni estaba desquiciado, ni gritó, como se ha publicado. Todo lo contrario. Según nuestro testigo, estaba bastante relajado. Por si acaso, reconoce esta persona a COPE, "Arteta no volvió a asomarse al pasillo". Por tanto, y a la vista de lo sucedido, lo que ocurrió es que Arteta se metió donde no le llamaron. Llegó envalentonado, y se creció, sin sentido, ante el ídolo de su hijo. Su jefe, Pep Guardiola, le pidió explicaciones, pero no se atrevió a contarle la verdad. Tal vez porque se había dado cuenta de que se había equivocado y, efectivamente, como le dijo Messi, había hecho el bobo.