Con estas dos actividades, desde UPA Jaén refuerza la apuesta por la promoción de las excelencias del aceite de oliva virgen extra, por destacar la importancia social y económica del principal cultivo de la provincia y, sobre todo por en análisis de futuro del sector para incrementar el consumo nacional y la apertura de nuevos mercados internacionales. Los asistentes al foro, hosteleros y restauradores cántabros, tendrán la oportunidad de descubrir sus sabores y sensaciones de una manera práctica, gracias a la celebración de una cata.

El secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, explica que este foro y los desayunos en los dos colegios enmarcados dentro del proyecto promocional del aceite forman parte de nuestra constante apuesta por el agricultor profesional, por una producción de calidad, de la que sentirnos más que orgullosos y con la que seguir conquistando mercados. "El foro en Cantabria está enfocado a hosteleros, cocineros y personas relacionadas con la gastronomía. Nuestro objetivo es promocionar el consumo del aceite de oliva virgen extra de Jaén en el norte de España y, a la vez, poner en valor las potencialidades de un producto de la máxima excelencia. En cuanto a los desayunos, creemos que son una magnífica oportunidad para que los jóvenes estudiantes conozcan la importancia del consumo del AOVE, parte fundamental e imprescindible de la dieta mediterránea, con la intención de potenciar sus buenos hábitos alimenticios. Los niños son los consumidores de aceite de hoy y también del mañana. Por eso entendemos que es importante que descubran nuestro producto y que se conviertan en sus embajadores", explica el secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano.

Los 500 alumnos de los colegios Marquesa de Viluma y Apostolado del Sagrado Corazón de Jesús recibirán una mochila con un lote de desayuno en la que se encontrarán monodosis de aceite de oliva virgen extra de Jaén, monodosis de cacao y pan, así como guías didácticas sobre el aceite y cuadernos de recetas elaboradas con éste, además de los indispensables gorros de cocinero. La idea es que los propios niños se conviertan en cocineros por unos momentos y elaboren, con el aceite y el cacao, una especie de crema para untar en el pan durante el desayuno. Una buena forma de fomentar un menú sano.