Con esta tendencia, las existencias al final de la campaña se deduce que serán mínimas. Además, el olivar no ha recibido suficientes precipitaciones esta primavera, y de no tener lugar lluvias tempranas en septiembre u octubre, la cosecha de este otoño puede verse resentida considerablemente pudiendo descender hasta rondar el 1.000.000 t. “Aunque el enlace en principio no preocupa, sí lo hace sin embargo la previsible baja cosecha del próximo año”, afirman desde UPA Andalucía.

Como consecuencia de la leve bajada del consumo interno asistimos estos días a declaraciones en los medios, procedentes principalmente de la industria, refiriéndose a que el consumo de aceite de oliva cae por la subida de precios. Estas declaraciones, manifiestan desde UPA, “solo responden a intereses particulares con el único objetivo de que baje el precio para obtener mayores beneficios”.

Desde UPA Andalucía señalan que “noticias sesgadas y pretenciosas como estas hacen un flaco favor al olivar español, ya que si se quiere que todos los eslabones de la cadena obtengan beneficios en el sector del olivar, debe mantenerse su fuente de abastecimiento, es decir, el productor”. La subida de precios se debe, aseguran desde UPA, “a la escasez de existencias actuales de aceite de oliva y la posible baja cosecha del año que viene, y no responde más que la ley de la oferta y la demanda. Si hay menos aceite, se antoja lógico que el productor obtenga algo más de precio por su aceituna para cubrir costes, que de otra manera no podría cubrir”.

Aunque dicha leve caída del consumo interno es una realidad, sin embargo “poco o nada se dice de que hemos incrementado en un 17% las exportaciones”, reprochan desde UPA. Es una lástima también, añaden desde la organización que, mientras en Italia, los precios se sitúan por encima de los 5,5 €/kg siendo la mayor parte aceite de oliva de origen español.

La realidad es que 3,80 €/kg, es un precio que le permite al agricultor cubrir sus costes de producción y obtener un margen de beneficios, a diferencia de años atrás en los que los productores percibían precios por debajo de lo que le costaba producir y que ha abocado a la quiebra de muchas explotaciones.

Finalmente, desde UPA Andalucía han querido concluir animando a consumir aceite de oliva, no solo porque redunda en beneficio del propio sector productor de olivar, sino que crea empleo, genera riqueza y actividad en los pueblos, fija la población en el medio rural y además el consumidor accede a un producto de primerísima calidad, muy beneficioso para la salud, y a un precio razonable.