Según indicó Martín «el Rumblar nos tenía muy preocupados ya que las zonas de Sierra Morena son muy secas y en los últimos años la sequía ha incidido con mucha más intensidad que en el resto de la cuenca». Aún así el efecto de las lluvias de los últimos días están dibujando un situación mucho mejor. Por ejemplo en el pantano de El rumblar ha pasado de los 22 hectómetros cúbicos de hace 15 o 20 días a los 50 que tiene ahora de los 120 hectómetros cúbicos de  capacidad total.

«Gastamos en abastecimientos alrededor de diez hectómetros cúbicos por año. O sea, que pasar de 22 a 50 sólo para abastecimiento, si no tuviéramos en cuenta el regadío, implica un incremento de tres años.
Como tenemos también que usar el agua para regadío está claro que tenemos más de un año y medio o dos años prácticamente asegurados».