Ante el inminente inicio de la siega del cereal en las principales comarcas productoras, COAG Andalucía ha realizado unas primeras valoraciones sobre las incidencias que han marcado la campaña, especialmente la sequía. Esta organización considera que, aunque las lluvias del principio de la primavera fueron escasas, los cereales se desarrollaron bien hasta el mes de abril, pero a partir de ese momento la ausencia de lluvias y los vientos secos de levante produjeron mermas importantes en la producción. Las tardías lluvias de mayo solventaron en parte el problema de desarrollo del grano, beneficiando a los cultivos más tardíos, pero poco pudieron hacer por los más tempranos. Así, aunque la escasez de lluvias ha provocado una reducción de la cantidad, no obstante la calidad de los granos es óptima, con altos niveles de proteína y un buen índice de caída FN (Falling Number), muy apreciados especialmente en los trigos duros.
Por otra parte, hay que destacar un año más que continúa el aumento de la superficie de cebada cervecera, principalmente en las comarcas andaluzas occidentales, debido sobre todo a los menores costes de producción y a unos precios que, aunque no llegan a ser los deseados, son similares a los de los trigos blandos de los últimos años. En cuanto a la colza, se confirma el aumento de superficie, con rendimientos que no llegarán a superar los 1.500 kg/ha en nuestra comunidad. El girasol ha sido el gran beneficiado de las lluvias de mayo, junto con las leguminosas de verano como el garbanzo que, salvo que se vea afectado por golpes de calor o vientos secos, va a tener una campaña similar a la de los últimos años. Por último, cabe destacar que la superficie de girasol alto oleico sigue aumentando en nuestra comunidad, por el desánimo de los productores hacia otras variantes que siguen obteniendo precios bajos mientras los costes de cultivos siguen aumentando campaña tras campaña.