El balance aportado por las almazaras de la región a la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) deja de nuevo a Jaén como el principal productor con 385.815 toneladas de aceite de oliva, el 41,4% del total andaluz. Las siguientes en el ranking son Córdoba, con 244.937 toneladas (el 26,3% de toda Andalucía); Sevilla, con 107.229 toneladas (11,5%) y Granada, con 87.722 toneladas (9,4%). Estas cuatro provincias aglutinan así el 88,6% de toda la producción andaluza. Málaga, por su parte, suma otras 70.000 toneladas (el 7,5% del total andaluz); Almería, 18.105 toneladas (1,9%); Cádiz, 9.590 toneladas (1%); y Huelva, 8.257 toneladas (0,9%).
Vocación exportadora
El cultivo del olivar, señalan desde la Junta, “estratégico” para la comunidad autónoma y un “ejemplo claro” de generación de riqueza y valor añadido en el campo andaluz. Esta afirmación descansa, entre otros aspectos, en su “liderazgo incuestionable” en exportaciones. Las ventas al exterior de aceite de oliva alcanzaron, no en vano, un nuevo récord en 2017 con una facturación de 2.961 millones de euros (el 27,1% del total), lo que supone un incremento del 16,8% con respecto a 2016.
El olivar andaluz
Andalucía cuenta con 1,56 millones de hectáreas repartidas entre alrededor de 170.000 explotaciones, según los datos del censo agrario, además de 844 almazaras, 657 envasadoras de aceite, 40 orujeras, 13 refinerías, 219 entamadoras y 115 envasadoras de aceituna. La mayor superficie de aceituna para almazara se encuentra en Jaén (586.000 hectáreas), donde se localizan hasta 327 almazaras, 233 envasadoras, 14 orujeras, dos refinerías y siete entamadoras. En cuanto a la aceituna de mesa, sobresale Sevilla, con 134 entamadoras que representan en torno al 60% del total de la comunidad autónoma. En términos globales, se contabilizan hasta 250.000 familias olivareras en más de 300 municipios de la región.