¿Qué es peor, un niño travieso o uno redicho que no deje de dar el pestiño?

Los fósforos de ‘Herrera en  Cope’ han contado este martes las anécdotas más gamberras que han protagonizado sus hijos y conocidos.

Desde el paciente de un pediatra que se comió media patilla de unas gafas que acababa de comprar en la farmacia hasta el programa de PhotoShop que se tuvo que emplear para retocar las cejas de un niño en su álbum de la Primera Comunión. La moda de los tiempos marcaba que había que afeitárselas a lo Dani Martín de “El Canto del Loco”, y para desgracia de su madre el niño sucumbió a los dictados del cantante.

Como se sabe, en casa de herrero cuchillo de palo. Es lo que le pasó a José Ángel, guardia civil retirado, con su hijo Jorge, “el primer niño con responsabilidad civil” de España. Vivían en una casa cuartel y desde que la criatura empezó a andar “no había cosa que se le resistiera”. Un día le pegó con una espada al hijo de un compañero de su padre, y cuando vio que su madre salía a reñirle se marchó “pitando”.

Pasaban las horas y nadie sabía nada del joven Jorge. Tanto fue así que después de 12 horas se tuvo que movilizar a la Guardia Civil para encontrarlo. El muy travieso se había metido debajo de un remolque para que nadie pudiera encontrarlo, temeroso de la reprimenda que se le venía encima.

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