El sábado 27 de enero en el Palau de la Música Catalana y el lunes 29 en Madrid, en el Teatro Nuevo Apolo. Conciertos en los que el cantante italo-belga se rodea de 8 músicos, "músicos polivalentes, músicos de gran talento" dice Salvatore Adamo a Carlos Herrera que reconoce tener todos sus discos. "Es usted", ríe Adamo, "es usted el que los ha comprado, siempre quise conocer a esa persona" desde que arrasó en el mercado español en 1965 cuando llegó a nuestro país con un gran éxito, 'La Luna'.

Y no es la única broma a lo largo de la entrevista que muestra a un hombre cordial, romántico, como sus canciones de siempre, esas que repite en cada concierto desde hace años, "los temas de siempre los canto con mucha ternura porque sé que les debo todo y sería muy presuntuoso no cantar las canciones que el público espera porque tener un éxito es un milagro y yo tengo el privilegio de tener algunos y sería muy antipático no cantar las canciones que el público espera".

Con los años "ha cambiado mi forma de componer, pero trato siempre de encontrar canciones de amor, amor en todas sus formas: ternura, amistad, solidaridad,... El amor es la única cosa que puede salvar el mundo y mantenerlo humano, pero es más difícil cada día hacer que mi canción sea sincera porque he cantado tantas veces y cuando he escrito una canción y me gusta a mí, soy muy feliz".

"Tengo la suerte de hacer cosas que me gustan" dice para justificar el estar en una muy buena forma física a sus 74 años; la mente la mantiene fresca por los numerosos idiomas que habla, "pienso en francés porque estudié en francés aunque el idioma familiar es el italiano, con mi madre hablaba en siciliano".

Su música tiene referencias de las escuelas francesas como Charles Aznavour e italiana como Domenico Modugno y música americana, "a mi me gusta la música cuando es sincera".