Es miércoles 3 de mayo, cielos despejados, ambiente absolutamente primaveral. En algunas zonas del sur, las temperaturas van a rondar los 30 grados.

El puente del 1 de mayo ha dejado 15 personas fallecidas en las carreteras. 13 accidentes desde el viernes, cuatro de esos fallecidos son motoristas.

Hay una asesinato en Madrid que ha conmovido a todas las personas que conocían a Raquel, una mujer vasca y a su hijo de 12 años. Al parecer la pareja, un marroquí carpintero de profesión, asesinó a cuchilladas a la mujer y al hijo. Parece que el agresor llamó a su prima para confesar que les había matado que llamó al 112. La policía localizó los cadáveres en medio de un gran charco de sangre. Hace apenas dos meses que este tipo escribía 'te amo con locura mi vida' y sobre su hijo 'lo más grande y hermoso que tengo en este mundo' . No constaba ningún tipo de denuncia previa ni violencia declarada. Lo único cierto es que Raquel y su hijo están muertos. Son las víctimas de la violencia machista que hay que añadir a esa pavorosa lista de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas en lo que va de año.

Ahora comienza el debate de los Presupuestos, que es ver cómo torea el Gobierno todas las enmiendas a la totalidad. Tiene al parecer los votos más o menos asegurados. Hay siete enmiendas a la totalidad y el acuerdo con el PNV, que muchos en el PP dan por hecho, todavía no está realmente cerrado. Las siete enmiendas a la totalidad se votarán en bloque el jueves. Son de PSOE, Unidos Podemos, Esquerra, los escombros de Convergencia, Comprimís, Bildu y Nueva Canarias. Piden la devolución de las cuentas públicas porque consideran que son antisociales y consolidan la pérdida del poder adquisitivo. El Gobierno necesita 175 escaños para tumbarlas. Para aprobar los presupuestos hace falta un escaño más. El PNV quiere ver que saca, sus votos son fundamentales. Y el acuerdo se lleva meses negociando. Rajoy y Ortuzar están cerrando ese trato. ¿Qué quiere el PNV? Algunas mejoras para País Vasco en materia política y económica y sobre todo la revisión del 'cupo vasco'. Afectaría a la liquidación, lo que queda pendiente, lo que el gobierno vasco tiene que darle al central a cambio de los servicios que presta el Estado en el País Vasco y luego además una serie de competencias que no tiene trasferidas como los aeropuertos. En 2016 eran 1.525 millones de euros y puede quedar en 850 millones. Para una población relativamente pequeña, el no tener que pagar ese dinero, significa mucho. Además poder quedarte con todo lo que recaudas en impuestos, también significa mucho.

“Sacar adelante los presupuestos ha sido la gran obsesión de Rajoy en los últimos meses y desde hoy el presidente del Gobierno puede disolver las Cortes, lo que venimos llamando el botón nuclear”.