En principio saber cuán comprometida está la salud de aquel candidato o aquella candidata a la que tienes intención de votar. Algo que comparte Esperanza Aguirre, que nada más saber que iba a ser operada de cánce de mama lo comunicó siendo Presidenta de la Comunidad de Madrid, "si tenemos una enfermedad que nos va a afectar al cargo, a nuestra profesión hay que decirlo". En EE.UU. la mayoría de los presidentes desde Clinton a Kenedy han padecido algún tipo de trastorno, son conocidos años después de su paso por la Casa Blanca, ¿tenía Hillary Clinton que haber dado a conocer su neumonía? y ¿haber hecho caso a los médicos y suspender todos los actos como se ha visto obligada a hacer a posteriori? Gil Carbajal es presidente de Democrats abroads y miembro de Sapin for Hillary, y defiende a muerte el modo de actuación de la candidata demócrata, "le dieron el diagnóstico de neumonía y siguió con su trabajo, con dos reuniones y un acto, ella no para, siempre está dispuesta a cumplir con sus responsabilidades", incluso justifica el desmayo en NY en los actos de homenaje a las víctimas del 11-S, "era un día muy caluroso, no tenía agua, a mí me pasó en una presentación del presidente Zapatero, no es un incidente muy grave".Sobre si hay que ser trasparente, comunicar cualquier dolencia, Gil Carbajal asegura que "no es corriente esa transparencia en EE.UU. Su marido nunca reveló su estado médico hasta años después pese a las acusaciones de consumir drogas y el señor Trump tiene aún que revelar sus informes médicos, transparencia no es tan corriente como a los periodistas les gustaría"."Todo el mundo quiere enterarse", algo normal dice Carbajal que admite que la candidata Clinton "no es carismática como su marido, pero es muy trabajadora y en todo su trato personal es muy correcta . Ella va a cumplir con su deber, es muy trabajadora y organizada en contraste con el señor Trump".¿Por qué nos preocupa tanto la salud de los políticos?