Este miércoles el oficialismo y la oposición venezolana se manifiestan a favor y en contra del Gobierno de Nicolás Maduro. En 'Herrera en COPE', Rosaura Valentini, esposa del preso político Yon Goicoechea, ha pedido a la comunidad internacional “que esté muy pendiente de todo lo que pueda pasar hoy en Venezuela”. “Va a salir mucha gente a la calle. La mayoría quiere votar, que les dejen vivir en democracia y que cesen las violaciones de los derechos humanos”, ha explicado.

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Rosaura Valentini ha relatado cómo su marido fue “secuestrado” por el Servicio Bolivariano de Inteligencia o lo que es lo mismo,  “la policía de la dictadura en Venezuela”. “Iba en su coche y al salir le esperaban siete vehículos y 14 hombres con armas largas, le pusieron una chaqueta negra en la cabeza y estuvo desaparecido durante 56 horas. Le metieron en una celda de 1,80x2 metros, sin comunicación con familiares ni abogados”. Además "inventaron pruebas en su contra, como si fuera un terrorista, cuando es un hombre pacifico y muy preparado”, recuerda.

"Mi marido estuvo desaparecido durante 56 horas"

Rosaura se encuentra en España para “luchar” por la libertad de su marido y de los presos “injustamente detenidos en su país”, ha explicado.

Precisamente el  ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Alfonso Dastis, recibía este martes a la esposa del opositor venezolano que se encuentra detenido desde el pasado mes de agosto.

Según informaba el ministerio de Exteriores, Dastis ha transmitido a Valentini el apoyo del Gobierno español y ha subrayado "la urgencia de que, a través del diálogo, gobierno y oposición alcancen en Venezuela un amplio acuerdo nacional que siente las bases de una reconciliación entre venezolanos".

Yon Goicoechea, que tiene la nacionalidad española desde el pasado mes de diciembre, fue detenido el pasado 29 de agosto acusado de planear acciones contra el Gobierno de Nicolás Maduro, poco después de anunciar su afiliación a Voluntad Popular, el partido fundado y liderado por el opositor encarcelado Leopoldo López.

Tras su detención, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Human Rights Watch presentaron diversas denuncias sobre irregularidades procesales y judiciales