Miguel Ángel Almodóvar, autor del libro la “La Última Cena” (2015), ha sido entrevistado este martes en ‘Herrera en Cope’, donde ha relatado cuál fue el menú de la Última Cena que celebraron Jesús y sus discípulos.

Lejos de lo que suele creerse, esa Última Cena “no tuvo lugar la noche de Pascua sino la víspera o la antevíspera”, ha dicho, lo que la situaría en el Martes o el Miércoles Santo.

A este respecto, ha señalado que todo el trabajo de investigación que ha permitido llegar a esa conclusión lo ha acometido el Papa emérito Benedicto XVI, “que es quien lo ha demostrado de manera rotunda” desde el punto de vista teológico.

También ha aclarado que el menú de esa noche no estuvo compuesto de cordero asado, como se piensa en el imaginario colectivo, sino de “codornices rellenas de cordero”. Se trata de un plato muy común en la época, habitual en las mesas más humildes. “Entre 5 o 6 familias compraban un cordero y lo repartían”, ha explicado, mientras que las codornices eran bastante fáciles de cazar.

Almodóvar también ha señalado que comieron dos ensaladas de hierbas amargas –compuestas por apio y berro- que rememoran las lágrimas vertidas durante el cautiverio del pueblo judío en Israel.

“Luego tomaron un pescado en salsa agridulce”, que posiblemente fue una especie de sardinas “iguales a las de mar” y que constituían el alimento básico en las zonas en las que había pescadores.

El último plato de la Cena fue “una especie de engrudo” que se hace a base de higos, frutos secos y manzanas.

En cuanto a la bebida, Almodóvar ha dicho que la cena fue regada con 4 copas de vino. En la tercera fue cuando Jesús dijo: “Esta es mi sangre y este es mi cuerpo”, partiendo el pan. Con esto “estableció un nuevo orden, una nueva religión”, ha explicado el escritor.