Gabriel Soler, director del Instituto de ecología litoral, cuenta en 'Herrera en COPE' que las picaduras de estas medusas -carabelas portuguesas- tienen mucho más veneno que las picaduras de otras. Pueden llegar a ser muy peligrosas y ocasionar dolor intenso.

La carabela portuguesa se caracteriza por tener un color fosforescente, tentáculos que pueden llegar a medir hasta 30 metros, si están extendidos, y por ser capaces de paralizar a peces y también a seres humanos. Su picadura es muy dolorosa, causa vómitos, fiebre, náuseas, puede dejar secuelas y cicatrices y tener consecuencias tóxicas.

Es una especie que se denominada comunmente medusa pero que en realidad no lo es. Se trata de un tipo de hidrozoo de plancton gelatinoso. Son poco habituales en el Mediterráneo pero la última borrasca que ha provocado la entrada de agua atlántica las ha arrastrado. 

Su cuerpo en forma de vela le permite desplazarse con facilidad.

La playa de San Juan, ubicada en Alicante, permanece cerrada "por si aparecen más" pero también por el temporal que azota la zona y ha puesto la ciudad en aviso amarillo, según ha informado el Ayuntamiento.

Desde el Instituto de Ecología Litoral, dicen que podría llegar alguna más. Han pedido precaución a los bañistas y deportistas que practican surf o nadan en aguas abiertas y ha asegurado que estos animales tenderán a remitir a mitad del mes de junio aproximadamente.

En caso de picadura: lavar la zona con agua marina, quitar los restos o trozos con pinzas y si aparecen síntomas más graves como náuseas o vómitos, acudir al hospital.

ESCUCHA AQUÍ LA ENTREVISTA A GABRIEL SOLER, DIRECTOR DEL INSTITUTO DE ECOLOGÍA LITORAL