"Señoras, señores, me alegro, buenos días...

Me alegro de saludarles en una jornada feriada en Madrid, el día de la Comunidad, con un tiempo estable en todo el país, salvo alguna nube por el Cantábrico (...).

La actualidad nos ha llevado a Venezuela. Nicolás Maduro ha convocado un proceso constituyente para ver la forma en la que se salva de esta situación ¿Cómo? Me invento una nueva Constitución que se base en deshacer lo que hay hecho, es decir, en acabar con la Asamblea Constituyente, en acabar con la oposición, en inventarme algo y hacer una nueva Constitución, que es lo que suelen hacer los dictadores cuando toman el poder. Es decir lo cambio todo para mi perpetuidad. Unas elecciones sin partidos, ni élites donde se elijan 500 constituyentes, se redacte una nueva Carta. 250 serían delegados electos por la clase obrera. Estas cosas de apelar a la gente y al pueblo, al que yo voy a utilizar debidamente para perpetuarme en el poder, algo que le gusta mucho a los Podemos y toda esta basura habitual. Convocan a la democracia precisamente para cargarse a la democracia. Es un golpe de Estado, ya que disuelve de forma automática lo que a él le molesta que exista que es una Asamblea. Da por terminada la quinta república y elimina la Constitución de 1999 y las elecciones presidenciales que tenían que darse el próximo año, en las que sabe que iba a ser revocado.
Esto les gusta mucho a los populistas y ya verán como ninguno de estos cuentistas de Podemos y lo que les rodea, va a decir absolutamente nada. Van a estar callados como puertas.

Hoy Podemos inicia en Madrid una consulta par presentar una moción de censura contra Cristina Cifuentes. Más que moción es una algarada festiva, una forma de divertirnos todos juntos, colateral con la que presentan contra Mariano Rajoy. No han encontrado ningún apoyo en ninguna fuerza política, ni siquiera en Pedro Sánchez. Pablo Iglesias ha enviado una carta, cursi, en la que pide un encuentro para convencer al PSOE de la necesidad de moción de censura por el bien de nuestra patria, de sus gentes y de su pueblo.

Los del PSOE están en otra cosa, definiendo la idea de España.

Pedro Sánchez dijo ayer en Tarragona que una reforma constitucional debería contemplar que España es una nación de naciones y que Cataluña en una nación. Pero claro, ser una nación mientras otras tierras no lo son, ¿supone algún tipo de trato especial?¿o es simplemente nominal? Siempre hay quien quiere hacer de lo nominal una distinción. Cuando dice la Constitución 'nacionalidades y regiones', ¿quiere decir que ser nación es tener más Dios en el pan?, ¿quiere decir que es tener derecho a otras cosas que no tienen otros españoles que solo tienen una nación? o ¿que aquellos que son nación dentro de una nación son más nación que otros que solo son una región dentro de una nación?.

Susana Díaz defendió una España unida, federal, diversa, plural, reconocedora de sus diferencias y una reforma de la Constitución para dar un encaje a la idea de Cataluña en España. Total, una forma de perder el tiempo cuando lo que hay que hacer es dedicarse a solucionar de verdad los problemas de la gente.

Ahora el gobierno catalán hará una encuesta en la que preguntará a los catalanes si ser un buen ciudadano implica acatar leyes y normas ¿qué leyes y normas? ¿las que da la Constitución? ¿las que finalmente interpreta el Tribunal Constitucional como las leyes y normas ajustadas a la Ley de leyes que nos dimos todos los españoles?

Como ven mucho cuento en una mañana de martes muy interesante...